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– ¡Esto es lo más asqueroso que he visto en mi jodida vida!
– ¡Chaeyoung! – regañó el hombre – ¡Ten un poco de respeto!
– ¿¡Respeto!? ¡Respeto debes tener tú! – gritó histérica apuntando a la chica que se encontraba al lado de su padre – ¡Escúchate, papá! ¡Me acabas de decir que estás de novio con una chica que es como cuatro años mayor que yo solamente! ¿¡En qué demonios estabas pensando!?
– Hey, perdón que me meta – la chica de cabellos negros miró a la muchacha que lanzaba humo de su boca – Pero estás haciendo un berrinche, tu padre y yo ya somos adultos como para decidir qué hacer con nuestra vida amorosa.
– ¿Quién te dió el derecho de hablar? – Chaeyoung se fue en contra de la que sería políticamente su nueva madre – ¡Esto es absurdo!
– Chaeyoung, no voy a permitir que le hables así a Mina – el hombre puso voz dura, pero su hija ni se inmutó.
– No debe tener más de 26 años, papá – suspiró – Podría ser tu hija, ¿acaso no notas lo que esta tipa quiere? ¡Sólo está contigo por tu maldito dinero!
– Basta, no voy a seguir escuchando esto – el hombre tomó la mano de Mina – Tarde o temprano tendrás que aceptar esto.
– Jamás lo haré, estás loco – caminó hacia las escaleras de la casa – ¡Ambos están jodidamente locos!
– Perdónala, Mina – dijo el mayor mirando a la pelinegra – Sólo es cosa de costumbre.
– No te preocupes – respondió la japonesa viendo de reojo a Chaeyoung subir furiosamente las escaleras – Entiendo su enojo, ya se le pasará.
– ¡Y ni creas que la llamaré mamá! – escucharon gritar a la coreana desde el piso de arriba.
– Okay, eso sería extraño – bromeó Mina y el hombro acunó su rostro para besar sus labios.
Sinceramente, Mina sí podría estar loca por estar en una relación amorosa con un hombre de 45 años, pero, ¿se la podía juzgar? Ella sólo quería un Sugar Daddy que le diera dinero, pero no esperaba que aquel hombre tuviera una hija... Aunque debía admitir que aquella muchacha era bastante atractiva, con carácter de mierda, pero a las finales, atractiva.
– ¿Qué tal si vamos a cenar? – subió las cejas el señor Son.
– Me encantaría – sonrió tomando del brazo a su nuevo novio.
"Myoui Mina sólo quería conseguir a un Sugar Daddy que la mantuviera, pero jamás pensó sería ella la que terminaría siendo llamada: Mommy."
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