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– Cariño, por favor, hablemos – pedía Jinki golpeando la puerta de Chaeyoung.
– ¡No quiero hablar contigo, depravado! – gritó desde adentro de su cuarto – No puedo creer que mi padre sea un viejo asqueroso, maldita seas, dinero – mascullaba entre dientes.
– Creo que oficialmente mi hija me odia – suspiró el mayor frustrado.
Mina miró la puerta de la joven pelirrubia y observó atentamente el cartelito que decía "If you are my dad, fuck you!", probablemente aquel enunciado había sido pegado pocos momentos después de que la menor se haya enterado de la noticia.
– ¿Qué tal si me dejas hablar a mí con ella? – preguntó Mina después de unos segundos.
– Si me odia a mí, a ti te odiará el doble – apuntó Jinki.
– No lo creo – sonrió – Somos cercanas en edad, quizás pueda convencerla.
– Está bien – el castaño asintió y se hizo a un lado para dejar pasar a su joven pareja, quien tocó la puerta suavemente.
– ¡Te dije que no quiero hablar contigo! – gritó Chaeyoung.
– Soy yo, Chaeyoung – respondió Mina – Antes de que me grites, quisiera hablar contigo, como las adultas que somos.
– Si acepto hablar contigo, ¿me dejarán en paz? – preguntó la rubia, un tanto inquieta.
– Te lo prometo – aseguró la japonesa y entonces escuchó el sonido del seguro de la puerta antes que esta se abriera.
– Pasa – le permitió y luego miró a su padre quien iba detrás de la pelinegra – Sólo quiero que ella entre – sentenció y le cerró la puerta en la cara al hombre.
– Linda habitación – aduló la japonesa mirando los diferentes posters de bandas y cantantes que estaban pegados en las paredes – ¿Te gusta Justin Bieber? Tienes muchos pósters de él
– Eh, sí – rascó su nunca incómodamente – Es mi artista favorito.
– ¿Cuál es la canción que más te gusta? – preguntó amablemente sentándose en la cama de la menor.
– Hold On – respondió sentándose a su lado, aunque bastante alejada.
– Es una linda canción, buena elección – halagó Mina – A mí me gusta Company.
– ¿También te gusta Justin Bieber? – la menor abrió sus ojos al ver a la japonesa asentir – Woah, pensé que todo el mundo lo odiaba, ya sabes, por los escándalos.
– Sé diferenciar el arte del artista – sonrió – Aunque no es mi artista favorito, debo admitir que sus canciones son buenas.
– Me alegra escuchar eso – murmuró Chaeyoung.
– Veo que también te gusta Girl In Red y Lady Gaga – apuntó los pósters de dichas artistas – Tienes buenos gustos.
– Gracias – respondió aún seriamente – Oye, si pretendes venir aquí a fingir ser amable halagando mis gustos musicales, es mejor que...