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– ¿¡Estás bromeando!? – Chaeyoung tuvo que quitarse los audífonos por el repentino grito de Ryujin.
– ¡Deja de gritar, pedazo de subnormal! – miró a la chica con molestia a través de la pantalla de su computador – Y no, no estoy bromeando.
– Maldita enana con suerte – bufó Tzuyu – Vas a quedarte a solas con tu Mami.
– ¡No es mi mami! – chilló irritada – Por Dios, ¿acaso no pueden comportarse decentemente por una vez en la vida?
– Seremos una diosas, pero no hacemos milagros, Chae – apuntó Yeji – Quiero saber, ¿por cuánto tiempo te quedarás a solas con Mina unnie?
– No me quedaré completamente sola con ella, Minnie unnie se quedará con nosotras – puntualizó – Y según papá, su viaje será de una semana.
– Minnie probablemente pase toda la semana en casa de Miyeon unnie, así que te quedarás sola con Mina – se burló Tzuyu – Si no fuera porque mañana debo viajar a Taiwan, me iría a quedar en tu casa.
– ¿Por qué harías eso?
– ¡Es una oportunidad única! ¡Podré ver a tu mami en ropa inte...!
– ¡YAH! ¡DEPRAVADA! – la cortó la coreana menor de un solo grito, causando una risa por parte de sus amigas – Estoy pensando seriamente en cambiar de amistades.
– No durarías ni un día con otras amigas – dijo Ryujin con seguridad – Si bien, eres amiga de Minnie, Yuqi y Soojin, pero ellas están lo bastante ocupadas en lo que hacen.
– Detesto cuando tienes razón – masculló la rubia – Lo que pasa es que...
– Te pone nerviosa quedarte a solas con Mina unnie – intuyó Yeji mirando a su amiga con picardía – Te entiendo, con semejante mujer a cualquiera se le inunda la canoa.
– Voy a cortar – amenazó Chaeyoung, harta de los comentarios estúpidos de sus amigas – Esto es serio.
– Le estás dando mucha importancia a algo totalmente sencillo – comentó Tzuyu – Ni que fuera a pasar algo entre ustedes.
– Eso no va a pasar – aseguró – No estoy interesada en Mina.
– ¿Entonces cuál es el problema? – preguntó Ryujin – Quiero decir, ella se nota bastante comprometida con tu padre, dudo mucho que tenga intenciones de hacer algo contigo.
– ¿Se imaginan Mina unnie llegase a besar a Chaeyoung? – soltó Yeji y todas quedaron en silencio – ¿Qué? Hay pocas probabilidades, pero puede suceder.
– Si eso llegase a pasar, me sentiría como la zorra más grande de este mundo – dimitió suspirando – Mina es la novia de mi papá, no podría hacerle algo como eso... Además, me da asco.
– ¿Te da asco Mina? – Tzuyu abrió sus ojos con horror.
– ¡Ella no, imbécil! – negó irritada – Hablo de que comparte babas con mi papá, besarla sería comerme...
– ¡Ya entendimos! – la cortó Ryujin haciendo una mueca – Si lo dices así, sí es asqueroso.
– ¿Lo ven?
– Bueno, pero no va a pasar nada entre ustedes – Yeji salió al rescate – Tan sólo deben compartir casa y listo, como unas amigas, esto te puede servir para conocerla más a fondo.
– Muy a fondo – murmuró Tzuyu y todas la miraron mal – ¡Lo siento! Sinceramente a mí me importaría tres vergas si es la novia de mi padre, Mina es bastante follable.
– Dios Santo, necesitas que te encontremos una novia con urgencia – objetó Chaeyoung – Tus hormonas están vueltas locas.
– No necesito una novia cuando tengo esto – mostró dos de sus dedos a la cámara – Son más fieles que una novia.
– Realmente eres una depravada sexual – rieron sus amigas.
– Chaeyoung... – unos suaves toques en la puerta hicieron que la coreana mirara en esa dirección.
– Es Mina, por favor, no digan nada raro – las apuntó y las tres chicas asintieron inocentemente – ¡Entra, Mina!
Una cabellera pelinegra se asomó por la puerta y posteriormente entró en la habitación, acercándose lentamente hacia donde estaba Chaeyoung.
– Venía a avisarte que la cena está servida – anunció la mayor – Oh, ¿estás ocupada? – miró hacia el computador, en donde las amigas de Chaeyoung chillaron en alto, saturándole los tímpanos.
– ¡Quítate los audífonos, enana sin culo! – pidió Ryujin.
– ¡Queremos saludarla! – esa era Yeji.
La rubia asintió con pesar y quitó los audífonos, aunque se arrepintió en el acto.
– ¡Tu mami cada día está más buena que comer pollo frito con la mano!
– ¡CHOU TZUYU! – regañó Chaeyoung con su rostro completamente enrojecido.
– Oh, ¿ya quitaste los audífonos? – la taiwanesa murmuró y sus amigas golpearon sus frentes.
– También me alegra verte, Tzuyu – rió Mina agitando su mano hacia la cámara – Y gracias por el halago – sonrió, mostrando su adorable eye-smile – Hola para ustedes también, chicas.
– ¡Es lindo volver a verte, Mina unnie! – gritaron las RyeJi.
– Bueno, tengo que irme – anunció la japonesa – Tu padre quiere hablar con nosotras sobre el viaje y lo que debemos hacer cuando nos quedemos solas – Mina miró a Chaeyoung – Así que no tardes.
– De acuerdo – asintió.
– Hasta luego, chicas – se despidió y sin más, se fue de la habitación.
– Mina es adorable – suspiró Ryujin – Quisiera tener una madrastra así.
– Ella no es mi madrastra – sentenció.
– Bueno, pero puede ser tu Sugar Mommy – apuntó Yeji.
– Hwang, te cortaré los pezones si no te callas – advirtió – Te lo juro.
Todas rieron ante lo dicho pero... Chaeyoung nunca negó tal opción, ¿o sí?
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