Capitulo 9

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Elisabeth

- DAN - grito su nombre, pero me ignora subiéndose a su auto, marchándose.

- Déjalo cariño. Dice mi tía viéndolo con tristeza.

- Que fue eso? Mil preguntas rondan por mi cabeza –quien es Amelia.

- Su madre – contesta y la veo extrañada, que sucedió para que dan, ni el nombre de su madre pueda soportar escuchar. - No me mires así, es una larga historia que te contare dentro, vamos.

- Espera un momento- poniendo orden el rompecabezas que se arma en mi mente, caigo en cuenta de todo. – La tía Amelia, tu mejor amiga de la infancia, quien ahora vive contigo y Kaily es la madre del princeso.

Woao eso sí que no me lo esperaba, Que pequeño es el mundo.

- Amelia fue acusada de serle infiel a Lionel - Me sorprendo con todo lo que me cuenta entrando a la casa y me quedo impresionada con lo que escucho, parece unos de mis dramas coreanos favoritos, no pensé que sucediera en la vida real, pero veo que cuando la envidia te gobierna, haces todo lo que está a tu alcance para quedarte con lo que no te fue otorgado, de cualquier manera, posible. Hasta traicionar la confianza de la que tu llamabas amiga.

- Pero aun así no entiendo porque Dan no la quiere si aquí la victima de todo es ella.

- Dan era muy pequeño cuando todo ocurrió, Lionel gano la custodia de los tres chicos y desde entonces Amelia a intentado comunicarse con ellos, solo logro recuperar el cariño de Alan, quien se fue a estudiar al extranjero hace unos años medicina.

- Estoy sin palabras tía me dejas atónita con lo que me cuentas. – ya entiendo porque Amelia siempre tiene tristeza en sus ojos.

- Pero como toda madre, es fuerte y está dispuesta a luchar por recuperar a sus hijos. – Ya entiendo porque su mirada me impacto mucho. Tiene los ojos de Amelia, llamativos con su color azul cielo, pensándolo bien es digno hijo de su madre. – Alan llega hoy y vivirá con nosotras mientras que consigue un lugar para irse con su madre.

- ¿Y su padre está de acuerdo con eso? – pensándolo bien - Lo va a dejar sin nada como a su madre.

- No está de acuerdo. Pero Alan no le importa perder su fortuna con tal de estar con su madre.

- Como puede hacerle eso a la madre de sus hijos.

- Llevo años haciéndome la misma pregunta.

- Todavía no me lo creo.

- No le digas que te dije – me advierte - no le gusta hablar del tema, además ustedes de alguna manera han llenado ese vacío – dice con cariño – Para Amelia son como sus hijas las adora.

- Y nosotras a ella. Escucho a mis espaldas y mis ojos automáticamente se llenan de lágrimas sin poder creer lo que veo.

- Kailey. Ella se acerca rápidamente para abrasarme – No sabes lo mucho que te extrañe hermana – verla aquí es increíble.

No Me Dejes IrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora