Capitulo 11

6 1 0
                                    

Parte I
Elisabeth
-Ohh dios mío este dolor de cabeza me esta matando. Comento agarrando con
fuerzas mi cabello como si eso hiciera que doliera menos.

-Toma esto con una píldora te sentirás mejor en unas horas. Kaily como siempre
siendo una buena hermana mayor.- también come que no debes tener nada en el
estomago con el desastre en el baño que hiciste anoche cuando llegamos.

-Por favor hermana deja ya de recordármelo que se me quita el hambre. - desastre
fue poco podre estar muy ebria, pero me acuerdo de todo lo que paso ayer hasta del
olor de su perfume.

-Dije quiero unos tragos, no dije quiero embriagar a mi hermana hasta desmayar. -
que les puedo decir solo quería olvidar mi recordado y vergonzosa boda. Todo
comenzó cuando una idiota me reconoció y dijo "No siempre el dinero compra la
felicidad tu novio te dejo por alguien a quien si ama". Ese comentario fue la gota
que derramo el vaso, y empecé con una, dos y luego de las tres copas perdí la
cuenta.

-Por favor Kaily para, me duele mucho la cabeza. Le digo hundiéndome en mi miseria
- ten piedad de mi, no soy como tu que aguanta tragos, soy una principiante en esto
de las fiestas y tragos recuerdas.

-Solo por eso es que te prepare esto - me extiende un vaso con algo caliente dentro y
una píldora - tómatelo todo y veras que mas tarde te sentirás como nueva.

-Y yo pensando que no me querías por tantos gritos.

-Lo se, solo quería divertirme un rato con tu rostro de tragedia. Dice riéndose
- Y te haces llamar mi hermana, le contesto con falsa indignación. Elisabeth escucho mi nombre a mis espalda, volteo para ver a mi madre en el
umbral de la cocina llamándome. - tu padre necesita hablar contigo en su oficina.

Termina de decir.

¿Se enteraría de lo que anoche paso? Espero que no mi dolor de cabeza aun no se va
para tener otro.

-Vamos Elisabeth no lo hagas esperar luego su mirada se dirige a mi hermana - Y tu
no te quedas atrás necesitamos hablar.

Con su mirada entiendo lo que me quiere decir en el silencio "estamos muertas" se
enteraron que nos escapamos de la casa y tiene sus consecuencias.

Que nuestro máximo padre se apiade de estas pequeñas pecadoras.
Todos somos valientes en el momento de la huida, pero siendo sinceros estando aquí
apunto de tocar la puerta de el despacho de mi padre siento terror puro, nada mas
pensar que este decepcionado por mi comportamiento de anoche.

No soy la típica chica que se va de fiesta, entre mi hermana y yo, soy la responsable,
la niña de papi que nunca lo decepciona.

Armándome de valor me decido por tocar la puerta, al otro lado se escucha un muy
tranquilo pase.

Respirando hondo antes de entrar con la mirada baja.

-Cierra la puerta indica.

Hago lo que me pide, girandome lentamente para alzar la mirada para por fin ver su
rostro decepcionado me doy cuenta que no estamos solos.

Unos ojos azul como el cielo nuevamente me miran.

Es el.

Dan

¿Que hace aquí?

-Disculpa dice mi padre dándome cuenta que eso ultimo lo dije en voz alta, con mi
rostro rojo de la pena observo a Dan riéndose escondidas.
-Que? Me hago la tonta.

-Olvídalo por favor siéntate necesitamos hablar.

-Yo no quería, bueno si quería, es que he estado bajo mucho estrés no pensé que se
fuera a salir de con... un carraspeo fuerte me interrumpe observo a Dan moviendo la
cabeza en negación entendiendo que casi lo arruino. Veo otra vez a mi padre
esperando que siga. -Discúlpame padre por interrumpir
- Santísimo padre celestial, casi la embarro - me
decías. Termino muy calmadamente.

-Ya ustedes dos se conocen no hay necesidad de presentarlos pero de igual manera
lo hare - porque presiento que no me va a gustar lo que va a decir, solo espero que
no sea una boda arreglada y esas cosas antiguas porque me niego rotundamente.
- Te
niegas , ¿ha que? Si aun no te he dicho.

Me lleva, otra vez dije lo ultimo en voz alta.

- Discúlpame padre continua.

- Elisabeth ya no interrumpas que lo que voy a decir es importante.

Ay es donde sentí el verdadero terror , debe ser algo muy serio como para que no se ría por mis pensamientos en voz alta no es la primera vez que mi mente se quiere adelantar a los hechos.

-Elisabeth te presento a tu guardaespaldas personal Dan Foster uno de los mejores de la empresa de seguridad Foster e hijo de mi cercano amigo Lionel Foster. - espero haber escuchado mal, acaso dijo ¿guardaespaldas?.

-¿Mi que?

Ohhh no eso si que no. mucho tengo con que esta casa este 24/7 vigilada como para que también tenga uno pegado a mi todos los días.

-No lo necesito.

-Eso lo decido yo - dice seriamente el señor James (alias mi padre).

-Nunca te pido nada, pídeme lo que quieras menos esto. Seria capaz de no salir de la mansión con tal de no tener vigilancia personal, es incomodo y mas de alguien en que pensé volvería ver en otras circunstancia menos esta.

-Lo siento pero no puedo consentirte en esto, es por tu seguridad hija. Lo dice ya un poco compresivo.

Pero eso no cambia que yo este echa una furia. Es primera vez que me dice un NO.

-Ashh eres imposible salgo de su oficina enojada, cerrando con fuerza la puerta.

Es mi padre pero yo soy mayor de edad y puedo decir sobre mi vida, recibo un mensaje es de ángel mi mejor amigo.

-Psicópata me entere que te fuiste anoche de fiesta y no me invitaste - su apodo me da risa, ya que me recuerda a ese día lluvioso en el que lo obligue cruzar un puente en movimiento sabiendo que le teme a las alturas- Me siento decepcionado, tu primera fiesta y no llevas a tu mejor amigo. Ya me lo puedo imaginar con su drama a mil porciento.

-fue de imprevisto, kaily me necesitaba. Le respondo un corto mensaje.

-yo también necesito que mi mejor amiga experimente conmigo el mundo de la libertad, y lo mas importante su primera fiesta.

-ok entonces tengamos nuestra primera fiesta juntos esta noche que te parece.

-woao donde esta la psicópata no fiestera, porque no es con la que estoy hablando - pregunta divertido.

-Decidí que es mejor hacer un cambio, estoy joven es tiempo de divertirme.

EL cambio. Llevarle la contraria a mi padre y hacer que mi guarda espaldas personal renuncie.

-Estoy muy agradecido que no te hayas casado, me gusta la nueva Elisabeth. escribe

El nunca estuvo de acuerdo con mi boda, siempre me decía que era muy joven, no confiaba en jean y cuanta razón tenia en no confiar.

-Esta es la ubicación, mi padre no sabe.

-Me gusta.

Se que buscaran en todos lados menos en ese lugar. Bien pensado Elisabeth, no entiendo porque no hice esto antes se siente muy bien ser rebelde por un rato.

No Me Dejes IrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora