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Los Ángeles California, 29 de septiembre.

El fin de semana había acabado, lamentablemente era Lunes y como todo Lunes tengo que ir al colegio, así que me encontraba en la barra de la cocina desayunando mi cereal favorita, cuando acabe subí al baño para poder hacer del baño y lavarme los dientes, después fui al cuarto de mi hermano. Abrí la puerta y lo encontré durmiendo, se me ocurrió una idea y sorei maliciosamente y regrese a mi cuarto por mi atomizador y volvi al cuarto de Owen, me acerque a el y empece a echarle aagua.

- ¡Maldita sea Halsey, vete al demonio! - Dijo mientras se sentaba en la cama y se limpiaba la cara, sonrei victoriosa.

- Te amo precioso. - reí. - Pero se me hace tarde para la escuela asi que levanta ese trasero vistete y me llevas. - le dije y lo escuche maldecir en voz baja, sali de su cuarto, baje las escaleras y me sente en el sillon con mi celular en mis manos y epere a Owen.

Despues de 4 minutos bajo.

- Vamos pendeja. - dijo y agarro las llaves del coche y salio de la casa.

- ¡El vocabulario señorito! - dije para después reírme.

En el transcurso de la casa a la escuela me la pase molestando a Owen con que se veía muy gracioso con el cabello rapado, le daba pena que siempre utiliza un benie sólo que hoy se le olvidó.

- Bueno mocosa hemos llegado, que te valla bien. - me beso la frente y le sonreí.

- Hasta en la tarde pelón. - le respondí riendo y saliendo del coche, cerré la puerta y empece a correr cuando vi a Kimberly.

- ¡Kimmmmm! - le grite y cuando volteó a verme abrió sus brazos y me aventé hacia ella haciendo que no nos cayéramos, empezamos a explotar en carcajadas, la gente nos veía raro pero realmente no me importaba, tenía a mi mejor amiga, aquí, conmigo.

Nos levantamos todavía riendo y de pronto me le quede viendo, hace 2 años que no la veía, había extrañado a esta tonta más de lo he extrañado a alguien de la nada empece a llorar, me sentía tan feliz, ella me vio sorprendida y sin decir nada ella también empezó a llorar, nos abrazamos tan fuerte que ya casi no podía respirar.

- Oye... Kim... no.. puedo respirar. - exagere, la verdad es que si podía respirar.

Se río y me soltó.

En seguida de soltarnos el timbre de la escuela sonó y le tome la mano.

- Dime ¿cómo es que te encuentro a ti en California? - le pregunte.

- Pues mis padres se divorciaron. - hizo una mueca. - y mi tía le dijo a mi mamá que podíamos quedarnos con ellos hasta que el papeleo terminara y hasta que tengamos un hogar. - le solté la mano y la abrace por los hombros.

- ¿tu estás bien? Espera ¿qué clase te toca?

- Yo estoy perfecta, fue lo mejor. - saco su horario de la mochila y lo observó. - me toca cálculo. - chasque la boca.

- A mi me toca biología. - hice una mueca. - Bueno ¿no vemos en almuerzo? - le pregunte a lo que ella asintió. - Adiós. - me despedí de ella la solté y empece a encaminarme hacia el aula 202 A.

Al llegar me senté como es de costumbre me senté hasta enfrente pegada a la pared del lado izquierdo, era más fácil que no me notara ya que la maestra se centraba más en las personas que estaban al fondo.

Después de tres horas de clases al fin tocaron el timbre para indicar que el receso había empezado, lamentablemente Luke mi amigo no había asistido así que empece a buscar a Kimberly; mi mejor amiga de la infancia.

Cigars and smoke; cliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora