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SOY TODO SOBRE LA AUTODETERMINACIÓN. La voluntad. El control. Yo
determino mi camino en la vida. Decido mis fracasos y éxitos. Que se joda el
destino. El destino puede besarme el culo. Si quiero algo lo suficiente, puedo
tenerlo. Si me concentro, sacrifico, no hay nada que yo no pueda hacer.
¿Cuál es el objetivo de mi postura, te preguntas? ¿Por qué hablo como un
destacado orador en una convención de autoayuda? ¿Qué exactamente estoy
intentando decir?
En pocas palabras: Yo controlo mi polla. Mi polla no me controla. Al menos,
eso es lo que me he estado diciendo durante hora y media.
¿Me ves ahí, en mi escritorio, balbuceando como un maldito esquizofrénico
sin sus medicinas?
Soy yo recordándome los principios, las sagradas creencias que han me
llevado tan lejos en la vida. Los que me han hecho un éxito indiscutible en el
dormitorio y en la oficina. Los que nunca me han fallado. Los que me muero por
tirar por la ventana. Todo por culpa de la mujer en la oficina al final del pasillo. Dakota  todos me-llaman- Dak Jhonson.
Hablando de un lanzamiento de directo.
De la manera en que lo veo, todavía podría ir por el oro. Técnicamente
hablando, no conocí a Kate en el trabajo; La conocí en un bar. Eso significa que ella
podría renunciar a la etiqueta de “compañero” y conservar el estatus de “ligue
casual” con el cual fue originalmente señalada.

¿Qué? Soy un hombre de negocios; es mi trabajo encontrar lagunas.
Así que, al menos en teoría, definitivamente podría tirármela y no socavar
mis propias leyes personales de la naturaleza. El problema con esta estrategia, por
supuesto, es lo que pasa después.
Las miradas de anhelo, los ojos esperanzados, los patéticos intentos para
darme celos. Las reuniones supuestamente “accidentales”, las preguntas acerca de
mis planes, los paseos aparentemente casuales más allá de la puerta de mi oficina.
Todo lo cual inevitablemente se multiplicaría en un comportamiento semi-
acosador e inquietante.
Algunas mujeres pueden manejar una aventura de una noche. Otras no
pueden. Y yo definitivamente he estado en el lado equivocado de aquellas que no
pueden.
No es bonito.
Entonces, como ves, no importa cuánto quiera, no importa cuán duro la
cabecita este tratando de llevarme por ese camino, esa no es la clase de cosa que
quiero traer a mi lugar de trabajo. Mi santuario, mi segundo hogar.
No va a suceder. Punto.
Eso es todo. Fin de la discusión.
Caso cerrado. Dak Jhonson está oficialmente tachada de la lista de posibilidades. Está
prohibida, es intocable, un ni hablar-nunca. Justo al lado de las ex novias de mis
amigos, amigas de mi hermana y la hija del jefe.
Bueno, esta última categoría es un poco un área gris. Cuando tenía 18 años,
la amiga de Alexandra, Cheryl Phillips, pasó el verano en nuestra casa. Dios la

bendiga — esa chica tenía una boca como una aspiradora Hoover. Por suerte para
mí, La Perra nunca se enteró de las visitas de su amiga a las dos de la mañana a mi
habitación. Habría sido un infierno por pagar — estoy hablando de fuego y azufre-
de-proporciones-apocalípticas del infierno— si ella se enteraba.
De todos modos, ¿dónde estaba?
Oh, cierto. Estaba explicando que he llegado a la decisión inequívoca de que
el culo de Dak Jhonson es uno que, tristemente, nunca voy a aprovechar. Y estoy
bien con eso. Realmente.
Y casi me lo creo.
Hasta que aparece en mi puerta.
Cristo.
Lleva gafas. El tipo de montura oscura. La versión femenina de Clark Kent.
Darían un aspecto friki y poco atractivo en la mayoría de las mujeres. Pero en ella
no. En el puente de su pequeña nariz, enmarcando la belleza de esas largas
pestañas, con el pelo agarrado en ese bollo ligeramente flojo, son nada menos que
el completo look sexy.
Mientras ella empieza a hablar, mi mente está de repente repleta con cada
fantasía caliente que he tenido de mis profesoras. Se están reproduciendo en mi
mente junto a la de la bibliotecaria aparentemente reprimida sexualmente que es
una ninfómana usando cuero y esposas.
Mientras todo esto está pasando en mi cabeza, ella todavía está hablando.
¿Qué diablos está diciendo?
Cierro los ojos para evitar mirar fijamente sus labios brillantes. Así en
realidad puedo procesar las palabras que están saliendo de su boca:

enredadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora