- Me revuelve el estómago pensar. . .- la mirada de Yxo lo frenó en seco antes de seguir hablando.- Perdón.
- Tengo curiosidad por tu psicología... No hagas muchas preguntas al respecto, ni indagues o niegues hablar de ese tema... Podrían mirarte más interesados en tu ingenuidad o ignorancia que en tus dotes de inteligencia.
No dijo nada más.
A las cuatro de la mañana, Yxo lo acompañó hasta el pasillo para dirigirse a la zona de la vivienda, suspiró cansado, no iba a negarlo, lo estaba, empezó a subir los escalones, dos, tres. Escuchó un crujido, un cristal rompiéndose, giró la vista atrás, no había nadie en la sala, pero el sonido había sonado cerca de la puerta entrecerrada. Dispuesto a seguir subiendo escalones, tuvo una lucha interna con su curiosidad y el deber u obligación de ser ignorante en tiempos concretos, la pelea mental le hizo vacilar y acercarse a la puerta sigilosamente, a medio camino, reaccionó. Estaba haciendo algo mal. Giró sobre sus talones y empezó a subir los escalones de dos en dos, pero al estar a punto de perder de vista aquella puerta, un pequeño estruendo de varios cristales rompiéndose, además de un ligero movimiento en la puerta alteró y activó las alarmas a Yael-Ajax. Esta vez fue su curiosidad la que ganó y bajó los escalones.
Sus pasos cautelosos cual gacela en un prado llano. Sus ojos abiertos y sus sentidos disparados ante cualquier movimiento o voz. Acercarse demasiado a la puerta conllevó empezar a ver el interior oscuro, sus ojos se concentraron en la identificación de varias prendas o telas tiradas en el suelo, cristales regados, miró alrededor, todo era silencio. No sabía porque estaba haciendo eso, era capaz de rozar la puerta si se acercaba más, no quería hacerlo, podría abrirla, miró con disimulo en el interior del cuarto oscuro, ver unos lentes redondeados con el cristal tintado disparó sus alarmas, más todavía al ver manchas oscuras de líquido en los mismos.
Estando tan cerca le daba la ventaja de escuchar que estaba pasando, silencio, o tal vez era lo que querían desde dentro. Porque había movimientos, movimientos del cuerpo que no parecían producir sonido, pero el suelo los delataba por más que una moqueta silenciara gran parte de los sonidos. Había movimiento, un movimiento repetitivo, una y otra vez. Una respiración agitada llegó a sus oídos al concentrarse, entrecerró los ojos. Tuvo la ocurrencia de empujar ligeramente la puerta como si hubiera sido el viento o las propias bisagras, un movimiento tan sutil y tan revelador al mismo tiempo. Fue capaz de ver sombras proyectadas en una pared, aparentemente había una luz opacada por los cuerpos que dejaba la sala entera a oscuras, aquella proyección le daba mucha información, tenía razón... Un movimiento repetido, un vaivén, conectado con la respiración agitada le daba una idea de lo que estaba pasando, añadiendo además el haber visto las gafas tintadas... Una carga ácida subió por su garganta con impotencia. Se movió quedando expuesto, pero viendo la acción y no una mera proyección, no necesitó ver nada más para que sus pasos se movieran solos, cobardes, y huyeran escaleras arriba para encerrarse en su habitación con un ligero ataque, falta de aire, nudo en el estómago, nudo en la garganta, ojos de cristal.
- Precisamente eso es lo que me llena de curiosidad sobre ti y sobre tu psicología...- se estremeció y levantó la vista.- ¿Lo has visto, no?
Una ventana con las cortinas abiertas, la cama, postura dominante, segura, piernas cruzadas, ropa elegante y los ojos rosados en contraposición con la luna blanca entera a su espalda... El horror creció y aumentó su pulso. Sabía que él lo había notado, la sonrisa con sorna lo confirmó.
- No voy a decir que no deberías haberlo visto, solo tengo curiosidad por tu reacción.- se movió y se levantó sin más dilación, sus pasos elegantes dignos de una pasarela de modelaje se acercaron sin vacilación hacia él. Yael-Ajax quería salir corriendo en ese preciso instante.- Comprendiste para qué sirven los híbridos además de ser tanques de sangre vivos, productos de consumo para las élites...- que estuviera hablando con esa indiferencia lo enfermaba, no sabía que Yxo fuera así, no quería creer que él fuera así.- Son objetos de deseo y poder, muestras del empoderamiento, ofrecerlos a los invitados es una garantía de poder...- se acuclilló de forma relajada y apoyó los codos en sus rodillas.- Entregarlos en una celebración a tus invitados demuestra el poder y la amabilidad de un líder... Tienes el derecho de hacer lo que quieran como si fueran un regalo, a excepción de matarlos o consumirlos si el dueño no lo ha hecho antes.
Yael-Ajax seguía temblando, sus ojos cristalizados se relajaban, pero ardían en ira, en rabia, en furia; con la injusticia que en esas acciones había.
- Puedo oler tus emociones... Quieres golpearme, me odias... Me temes, temes a los vampiros, te sientes impotente, rabioso, no puedes hacer nada por defender a Camil...- aquella descripción tan detallada era tan acertada que sentía cómo las ganas de cerrar los puños y atacar sin medida aumentaban a niveles insospechados, aun si con eso garantizaba su muerte, despido y empobrecimiento extremo de sus padres.- Libera la ira si te atreves, tienes el derecho como animal de la tierra que eres, derechos básicos como poder demostrar la ira van ligados a las emociones primarias por las que os dejabais llevar cuando los vampiros éramos una minoría. Nos golpeabais... Quemabais... Humillabais... Investigabais... Explorabais... Hubo un momento en el que nos revelamos contra vosotros y eso causó esta situación actual de pobreza y control extremo sobre los humanos. ¿De verdad te parece hipócrita mi forma de ser? Dejar a Camil sufrir como lo está haciendo y no hacer nada para impedirlo después de ser tan unid. . .
Sabía que tendría represalias, pero no podía seguir escuchando aquellas malditas palabras un segundo más.
- Tienes aguante...- admitió sin llegar a recibir ningún golpe, los había esquivado, detenido e inmovilizado todos al nivel de atraparlo bajo su cuerpo en el suelo, un pie sobre una muñeca, la rodilla de la otra pierna sobre el pecho, una mano deteniendo el otro brazo.- No habrá acciones en contra tuya o de tu familia esta vez, mis padres no se enterarán... A no ser que tu abras la boca más de lo necesario.- sonrió de lado, parecía divertirse con la situación, con su mano libre sacó los piercings del bolsillo en el que toda la noche habían estado.- No diré nada al respecto... Adoro tu temperamento en realidad, eres polifacético, ¿Te habías dado cuenta?- sonrió con repentina amabilidad.- Quiero conocer tu verdadero carácter fuera de la formalidad que nos separa como vampiro de la élite y campesino del barrio pobre. Ahora conozco tu olor en referencia a la ira, al miedo, a la inseguridad... Quiero saber más...- dejó los piercings al lado de su rostro y de pasada, acarició con los nudillos su mejilla.- Descansa...
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Por favor, pueden explicarme ¿Por qué esta escena se ve más porno / erótica de lo que realmente era cuando la escribí al primera vez? Maldita sea, no puedo tomarme en serio a los vampiros...
*Facepalm*
Aquí las opiniones --------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1222 Palabras]
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37.- Calidad selecta (Gay / Vampires)
VampirNunca había estado seguro de que el mundo fuera seguro cuando era niño, había crecido en una familia que conocía bien los riesgos, mucho menos ahora que había crecido y tenía la suficiente edad para comprender el mundo... Sabía perfectamente que ell...