Capítulo 3: Poemas y confusiones.

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Jungkook daba vueltas los libros, los miraba de arriba abajo, los movía de un lado al otro de su habitación sin saber qué hacer exactamente con ellos. No tenía idea de cómo leer un poema, ¿cómo a las mujeres les podría gustar algo tan empalagoso?

Es que algo más dulce, me haría vomitar—Pensó.

Tiró los libros cerca de su mesa, se recostó en su cama y cerró los ojos se quedó un rato así, pensativo.

Es que tengo que amarte tanto Leeah, para poder hacer esto—Sonrió.

Luego recordó a su profesora...

Diablos, cuando parpadeó de esa manera... pensé que se me caerían las medias—Rió.

Y aunque a Leeah la amaba y mucho, era la primera vez que una chica lo hacía sentir así. Pero lo atribuyó sólo a la sorpresa. Ella nunca me había mirado de esa manera, mucho menos, me había dicho eso que me dijo. Se tocó los músculos de los brazos.

¿En verdad se verá mi fuerza y la firmeza de mis músculos con sólo verme los ojos?

Se levantó rápidamente y se quitó el suéter, mirándose frente al espejo comenzó a hacer poses como los fisicoculturistas que había visto una vez en los programas de televisión en la casa de los Kim.

Tan concentrado estaba en la tarea, que no vio a Taehyung apoyado en el marco de la puerta, mirando la escena y matándose de la risa.

—Es que te veo y no lo creo—Jungkook se volvió hacia la puerta todo rojo, aflojando el cuerpo. —¿Qué se supone que haces?—Entró a la habitación.

–Yo... sólo estaba mirando mi cuerpo.

—¡Menso!–Le tiró una almohada.

–¡No es eso!—Rió. —Es que hoy alguien me dijo que tenía un buen cuerpo y yo sólo lo estaba investigando—Más risas de su amigo.

–¡Doble menso!—Jungkook rió y se sentó en su cama. —Y... ¿quién?

—¿Quién qué?—Dijo acostándose y acomodando la almohada.

–¿Quién es la ciega que dijo eso?

—Jiyeon... —Taehyung se atragantó.

—¿Qué? ¿Mi hermanita mirando cuerpos masculinos?—Jungkook rió.

—¿Todavía sigues con esa tontería? Déjala tu hermana es mayor... es como... ¡Hyejin!—Lo miró divertido.

—Gracioso—Lo miró mal.

—Algún día, tu hermana encontrará a uno como tú... que la lleve a la sala privada.

—Mira Jeon, ¡no te pases!—Dijo apretando sus labios. —¡Mi paciencia con respecto a mi hermanita tiene un límite!

—Lo siento, pero es la verdad... Mira Tae, debes prepararte.

—¿Para qué?—Cuestionó levantándose de la cama, todo tieso. —¿Acaso mi hermana ya no es virgen?—Preguntó pálido.

—¡Claro que no!—Taehyung lo miró alarmado. —Que sí, ¡es virgen! Al menos ella me lo dió a entender...

—¿Y por qué habla de sexo contigo?—Lo miró. —Es que acaso tú...

—Mira, yo no voy a decirte qué es lo que...

—Jungkook—Habló severamente.

—¡Está bien!—Respiro. —¡Eres un celoso! La verdad es que como tú te agarraste a Hyejin—Taehyung sonrió. —Yo tuve que hacerme de una nueva amiga. Y elegí a Jiyeon.

Aprendiendo a ser romántico • JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora