"Amor Inesperado"

capítulo 3

Narrador omnisciente:
Al final Mariana si había conseguido la cita con el señor Carlos Lodge, Santiago estaba más que feliz y es que formar parte de la empresa lo acercaría más a la familia y así conocer mejor a sus sospechosas.

Cuando el joven llegó a la empresa no pudo evitar pensar en su hermano y es que el sabía que Cristóbal trabajo como contador en esa empresa si tan solo, Cristóbal se hubiera quedado con su familia si no hubiera conocido a esa familia la historia tal vez sería diferente o era lo que aquel chico quería pensar.
Cuando ingreso a las oficinas directamente se fue en busca del señor Lodge, minutos más tarde se encontraba frente a el.
-Buenos días mi nombre es Santiago Arrechiga, mi asistente lo contacto para hablar acerca de una veta de oro que quizá le interese- dijo Santiago sin rodeos
- usted estuvo en la fiesta de bienvenida de mi hijo ¿Verdad?- pregunto Carlos
-asi es, y estoy aquí por qué su sobrina Alejandra me habló de que buscaban vendedores de oro, con eso de su precio a aumentado bastante los últimos años- y si aquel chico que tenía una carrera de arquitectura ahora era todo en experto en minería y es que desde que Mariana le confirmo la cita estudio todo lo que pudo para así lograr un trato con Carlos Lodge.
-pues si, nuestro antiguo vendedor le aumento demasiado más de lo que se debe y por ello cancelamos nuestro contrato, pero ya tenemos propuestas- dijo y es que así era Carlos alguien quien no confiaba en cualquiera además de que Santiago le brindaba cierta inquietud
-pues si me permite yo también tenga una y la verdad si la analiza es bastante buena para ambos- menciono con la confianza de que Carlos accedería y es que tenía que jugar todas sus cartas y conseguir ese contrato.
-disculpe pero no sé nada sobre usted y no hago tratos con desconocidos-
-su sobrina me conoce, además esto son negocios y en ellos lo único que de busca es ganar, pero puede investigar sobre mi, yo tengo una empresa de arquitectos, de verdad le pido una oportunidad para que piense en mi propuesta y si no es de su agrado lo entendere-
Santiago le dejo una carpeta al señor Lodge y se despidió de él, con la esperanza de que aceptaría su propuesta.

.........
Días después el señor Lodge había hablado con su sobrina y su hijo para encontrar a su próximo proveedor de oro y entre los tres habían decido arriesgarse con la mina de Santiago pues el había pensado en todo y logro hacer una propuesta bastante buena para ambos.
Luego de que la secretaria de Santiago contactará a Mariana para acordar una cita con Santiago, ambos hombres se encontraban reunidos en la oficina de Carlos con un contrato en el escritorio, ellos hicieron un intercambio de palabras y al final solo les quedaba firmar.
-Agradezco que haya tomado en cuenta mi propuesta- menciono Santiago
-Espero que no me haya equivocado- dijo Carlos firmando el contrato que le extendió a Santiago.
-Un placer hacer negocios con usted- comento Santi con una sonrisa pues su plan estaba saliendo a la perfección.
-Que le parece si para celebrar el cierre de este contrato, lo invito a una cena en mi casa- comento Carlos ya que aunque sabía del problema que hubo con su hijo, deseaba limar asperezas, para estar sin problemas durante el lapso de el contrato
-Claro será un placer, aunque no sé si sea buena idea, lo digo por Roberto- agrego Santiago al ver la confusión en el rostro de Carlos
-Mi hijo no tendrá problema, así que lo espero a las 8:00 pm-
Ellos se despidieron y cada uno volvió a sus actividades.
......
Narra Santiago:
Llegue a mi oficina estuve revisando pendientes hasta que me ví interrumpido por mi querida asistente *nótese el sarcasmo*
-Claro que puedes entrar a interrumpir como si fuera tu casa- le reproche a penas Mariana estuvo frente a mi
-Disculpa, pero quería saber cómo estabas, llevas días solamente encerrado en esta oficina y con humor de la chin*gada desde el último viaje que realizaste, me preocupas Santi, sabes que estoy para lo que necesites- comento con una mirada ¿Dulce? ¿De lastima? No tenía idea de cómo describirla
-Agradezco tu preocupación Mariana, pero estoy bien y cuando necesite algo no creo que seas la persona indicada para recurrir- Se que Mariana aún me quería y mis palabras tal vez sean crueles pero no pensaba involucrar a más personas en mis mierdas
-Santi a pesar de todo lo que hemos pasado te quiero y sabes que si me necesitas allí voy a estar, pero no soy adivina y si te encierras en tu mundo no se que hacer, se vuelve complicado y ya te perdí una vez, que no quiero que vuelva a pasar- Mariana mantenía una mirada serena pero sabía que a pesar de a veces hacerce la valiente, guardaba bastante sufrimiento.
-Mary de verdad estoy bien- le dedique una sonrisa para tranquilizarla y antes de que ella me respondiera el teléfono de su escritorio comenzó a sonar.
-los deberes llaman- fue lo último que me dijo dedicándome una sonrisa para volver a su puesto de trabajo.
Cuando volvía retomar los documentos en los que me encontraba antes de Mariana el destino me volvió a interrumpir o mejor dicho mi mejor amigo hizo acto de aparición.
-Tal parece que quien quiera puede venir a interrumpir cuando se le pegue la gana- comente luego de ver Erick sentarse frente a mi
-¿Y ese humor? Yo que solo venía a saber de como estás, si reflexionaste sobre tus pésimas ideas- dijo con una sonrisa
- Hoy tengo una cena en casa de la familia Lodge- mencione causando que Erick me mire de una manera bastante extraña
-Te dije que no me involucraria, eres responsable de tus actos- la seriedad en su rostro era algo que muy pocas veces veía en mi amigo pero era lo mejor que no sé metiera pues yo no cambiaría mis planes.
Estuvimos hablando un poco más hasta que el recordó que tenía que enviar unos documentos y me dejo trabajar, por el resto de la tarde no tuve ninguna interrupción más, así que al término de las 6:00pm me encontraba regresando a mi apartamento.