Capítulo 8

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Narra Santiago:
¡Joder! Parezco un maldito adolescente mirando cada tres minutos el celular y es que desde que le envié el maldito mensaje a Alejandra hace más de 30 minutos que no paro de revisar si ha habido respuesta de su parte, pero nada la verdad es que ya hasta me estoy arrepintiendo de enviarlo. Decidido  eliminar el mensaje para no verme mal por qué ella no me respondió por lo que entro al chat y ¡Bum! Escribiendo

~¿Cenamos?~
~Hola, claro~ Alejandra
~Perfecto, paso por ti a las 8~
~vale, nos vemos más tarde 🙂~ Alejandra
~estoy ansioso de verte guapa 😉~

Bien mi plan comienza esta noche, supongo que no es mi mejor idea pero es la única a la que le ví posibilidad de funcionar al 100%, y la verdad es que tampoco se me hará tan difícil enamorarla, Alejandra es una chica guapa, con clase, inteligente, lastima que sea una maldita arpía y la cara de angel solo sea fachada, por qué lo que le hizo a mi hermano solo demuestra que está podrida por dentro pero yo me voy a encargar de que pague cada lágrima de Cristóbal, la voy a enamorar hasta al punto de que pierda la cordura y no pueda estar sin mi, cruel pero es lo que merece.

..........
Narra Alejandra:
Mi emoción era más que notoria ¡Me había invitado a cenar! De verdad que estaba feliz aunque también me moría de nervios, aún no se me olvida todo el vómito verbal que le solté luego de aquel magnífico beso.

Horas más tarde...

7:45 pm me encontraba dándome el visto bueno a mi outfit que consistía de un vestido color rosa palo, que se amoldaba perfecto a mi cuerpo, lo acompañe de unos tacos bajos del mismo color del vestido y la verdad es que me encantaba como me veía, mi cabello lo deje suelto aunque lo ondule un poco, mi maquillaje fue bastante sencillo, un poco de corrector para las ojeras, rimel de pestañas, delineador y labial en tono nude , perfecto me encontraba más que lista, tome mi bolso donde coloque la cartera, celular, un labial -una nunca sabe cuándo sea necesario utilizar- y un espejo de bolso. Vi la hora en el reloj de mi mesita de noche 8 en punto, Santiago no debe tardar en llegar y las manos me están sudando horrible de los nervios, caminaba por toda mi habitación hasta que alguien golpeó a la puerta, inmediatamente la abrí encontrándome con la chica del servicio
-Niña Alejandra, la esperan en la sala-
-gracias por avisar, ahora bajo-
La chica se fue y yo entre a mi habitación por mi bolso, apague la luz antes de salir.
Cuando terminaba de bajar la escaleras me di cuenta de que Santiago estaba con mi tío, ambos al escuchar el sonido de mis zapatos voltearon a verme, mi tío me miraba con orgullo y cariño, mientras que Santiago me miraba con ¿Deseo?
-buenas noches- saludé
-Te ves hermosa hija- yo solo le dedique una sonrisa a mi tío
-Estas muy guapa- y el no estaba nada mal tenía puesto un traje que se le ajustaba a su cuerpo perfectamente vaya que este hombre era guapísimo con todo lo que se pusiera, al parecer me quedé mirándolo bastante tiempo pues mi tío hizo un ruido bastante fuerte para que saliera de mi escaneo, el solo me miraba con una sonrisa burlona por lo que no pude evitar que mis mejillas se tiñeran de rojo
-Nos vamos- cuestiono Santiago acabando con el momento que se me estaba comenzando a hacer incómodo
-eh, claro tío; nos vemos más tarde- deposite un beso en la mejilla de mi tío a modo de despedida
-Señor le prometo que la regreso temprano- Santiago le extendió la mano a mi tío y este aunque no muy contento no fue descortés y estrecharon sus manos -por cortos segundos-
-Cuida bien de ella- fue lo único que dijo mi tío.
Salimos de la casa y Santiago me abrió la puerta de su auto, yo subí con sumo cuidado porque no quería que s me viera nada ya que el vestido en verdad era bastante pegado, Santiago rodeo el auto para subir. Luego de un corto viaje, llegamos a un restaurante que yo desconocía completamente no era para nada lujoso y extravagante, era más bien discreto, sencillo pero perfecto para romances, ocupamos una mesa y hasta ese momento ninguno había dicho nada.
-¿Que te parece el lugar?- cuestiono Santiago mirándome fijamente
-Es muy bonito-
-La verdad no estaba seguro de traerte yo sé que tú estás acostumbrada a lugares más elegantes- la verdad era que su comentario me hizo sentir algo incómoda
-bueno, pues para ser honesta los lugares "elegantes" no son mucho de mi agrado-
-¿Se puede saber el porque?-
-Yo pienso que la gente que visita esos lugares suele ser más falsa, son personas que tratan de aparentar y presumir algo muy distinto a lo que en realidad llevan, aunque cabe aclarar que no todos pero considero que si la gran mayoría-
-vaya, no me esperaba que pensarás así, digo tu familia es una de las más importantes de CDMX lo común sería que disfrutaras esos entornos-
-En realidad mis padres no llevaban el gran estilo de vida, ellos eran más sencillos, no fue hasta que comencé a vivir con mis tíos que empeze a llevar un estilo de vida "más caro" se podría decir-

"Amor Inesperado"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora