El ascenso de los Drakens

Capítulo 13 : Realizaciones

Ultima vez

Harry sonrió y se acurrucó más en Blaise. Con suerte, pronto, todo saldría bien. Quería una familia, pero solo si Draco aprendía a tratarlo con el respeto que se merecía, de lo contrario nunca dejaría que el rubio se acercara a él, ni a ningún hijo que tuviera en el futuro.

Texto del capítulo

Capítulo Trece – Realizaciones

Harry no vio a Draco durante los siguientes seis días, pero vio mucho a Nasta, quien siempre estaba en los terrenos de la escuela cada vez que Harry salía, lo cual era bastante.

Su trasero estaba perfectamente pálido y sin magulladuras otra vez, podía sentarse cómodamente y podía tener sexo con Blaise otra vez, algo de lo que se había estado aprovechando al máximo.

Los estudiantes habían regresado de las vacaciones de Navidad y las lecciones estaban programadas para reanudarse al día siguiente. Harry lo temía, no solo porque significaba tareas escolares, lecciones y deberes, sino porque marcaba el regreso de Draco a la civilización ya sus habitaciones privadas.

Blaise, que había estado 'visitando' al rubio en las habitaciones del profesor Snape, le había asegurado que Draco había estado aprendiendo algunas lecciones muy duras con el profesor Snape, Harry creía eso, pero ¿eran esas lecciones suficientes para que el gran Draco Malfoy cambiara de actitud? Harry supuso que pronto lo descubriría.

Estaba teniendo una crisis interna, sin embargo, odiaba lo sesgada que había sido su decisión al elegir a su segundo compañero. Draco se había sentido tan seguro y tan cálido y protector con él, pero resultó ser todo lo contrario. Draco lo había lastimado no solo físicamente, sino que también había lastimado su orgullo y su confianza y le costaría mucho al rubio recuperar esas cosas. Harry creía que su orgullo herido tardaría más en sanar, pero sería una decisión muy estrecha entre su orgullo y su confianza, pero esperaba que su confianza regresara cuando Draco había sido engañado a fondo, no iba a haber una familia. un compañerismo, mientras que él no confiaba en uno de sus compañeros dominantes.

El líquido de mofeta en la colonia había sido un gran éxito, en más de un sentido. Draco había recogido sus cosas mientras Harry y Blaise estaban cenando, por pedido de Snape, se había puesto la colonia al comienzo del día que marcaba el regreso a las actividades escolares normales, como siempre lo hacía, y se había ido a desayunó como siempre, bien lejos de Harry y Blaise, nuevamente por pedido de Snape, y había sido mutilado nuevamente por la hermana menor de Daphne, Astoria. El efecto del dispersor de olor se había desvanecido a la mitad del desayuno y la niña, que había recibido una gran bocanada del olor, había estado físicamente enferma, sobre el regazo de Malfoy.

Harry se había reído tanto que casi se había desmayado por falta de suficiente suministro de oxígeno. No había forma de que Malfoy no supiera que había sido él quien había organizado y llevado a cabo la broma, pero cuando pasó por su parte de la mesa tragó saliva, asintió con la cabeza hacia los dos y simplemente había dicho que él, Harry, tenía derecho a hacer lo que quisiera como venganza por sus abominables acciones anteriores, antes de seguir caminando para cambiarse y posiblemente darse una ducha. Draco había apestado por el resto del día y todos le habían dado un gran rodeo.

Harry había estado bastante atónito por lo que Draco había dicho, pero lo que realmente lo atrapó fueron los pequeños regalos que Draco había comenzado a enviarle. Blaise le había explicado que Snape le había ordenado a Draco que hiciera las paces con él de la forma que él considerara adecuada y Blaise le había dicho que debido a que Draco había sido educado como un inglés anticuado, estaba enviando obsequios de cortejo a Harry para ayudar. compensar sus duras acciones.