02

152 10 0
                                    

El bosque era un lugar peligroso, protegen de los enemigos. Por eso los bosques son espacios misteriosos de sombra y luz donde hay que adentrarse con mucho cuidado, mirando a un lado y a otro, poniendo oído para saber dónde hay que pisar.

Los bosques parecen lugares adecuados para abandonar niños, extraviarse y sin duda, vivir en ellos. La literatura nos regala historias para perdernos entre la hojarasca y conocer a todos estos personajes que viven en lo profundo de los bosques, que celebran fiestas y tienen amores.

Pero en este caso, no era así...

¿O si?

 Los tres padrinos mágicos, Hoseok, Jackson y Eunwoo habían llegado al día siguiente a la cabaña del páramo donde ellos residían junto a otros seres místicos. 

La cabaña era algo rustica y se veía vieja, pero a pesar de ello; los tres cuidaban muy bien de la cabaña. Contaba con una o más habitaciones, baño, estancia, comedor, y obviamente con utensilios de cocina. 

Pero eso no les había importado a los tres chicos que se hacían llamar padrinos mágicos, habían llegado al bosque disfrazados de campesinos después de usar su magia en el castillo para pasar desapercibidos para BonHwa. 

Los tres después de haberles prometido a los reyes que traerían de regreso al príncipe Taehyung, cuando esté cumpliera los diescisies años, estaría de regreso con su pueblo; con mucho dolor y tristeza, los reyes se habían despedido de su bebé. 




Luego de que Hoseok convenció a los reyes de Daegu de que ellos tres se harían cargo de Taehyung, Jung había llevado a sus hermanos a una habitación para pasar desapercibidos en el bosque, él los conocía perfectamente y los dos no iban a aceptar, claro esta. 

– No.– murmuró Jackson.– Todo lo que quieras, pero usar ropa de campesinos, no.– se cruzó de brazos. 

– Entiende, que si vamos al bosque de esta forma.– señalo sus vestimentas de colores y brillantes.– Nos va a reconocer BonHwa y si tenemos ropa campesina, no nos hará nada.

– Hoseok tiene razón.– habló Eunwoo, observando a Jackson y apoyando lo dicho por su hermano pelirrojo– Será peligroso para nosotros y para el príncipe. 

– Maldita sea.– susurró y soltó un suspiró, no le quedaba de otra.– Bien, no queda de otra, si esto es por el príncipe, lo haré. 

Hoseok sonrió, había pensado que sería difícil convencerlos, pero se había equivocado. Tomó su barita que estaba guardada en la manga de su saco y trazó un círculo alrededor de sus hermanos, haciendo que sus vestimentas coloridas cambiaran a unas campesinas pero sin cambiar sus colores, el rosa y azul. 

Eunwoo y Jackson no salían de su asombro al verse vestidos como campesinos; realmente les quedaba perfecto las vestimentas, eran irreconocibles. Hoseok apenas era capaz de disimular la risa, para él se veían graciosos. 

Pantalones a cuadros de abuelito, sumándole una camisa blanca y chaleco rosa para Jackson y azul para Eunwoo, junto a sus zapatos negros y una boina con sus respectivos colores. Hoseok realizó el mismo círculo alrededor suyo y su vestimenta verde cambio por unos pantalones cuadrados, junto a una camisa blanca de vestir y su chaleco verde junto a su boina, realmente se veían perfectos los tres. 

– ¡Ya ven qué sencillo fue!.– gritó Hoseok con una sonrisa.– Tres hombres vivirán en el bosque con su sobrino huérfano. ¿quién va a sospechar la verdad? 

– ¡No abandonaremos jamás a nuestro querido principe!.– dijo Eunwoo, entusiasmado y feliz. 

– ¡Por lo menos durante dieciséis años!.– precisó Jackson–. Pero aun tenemos que convencer al rey Dongju y a la reina Jiwoo. 

El Principe Durmiente •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora