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Busan 

Jungkook: 20 años 





Hoy se llevaba a cabo la celebración de cumpleaños del príncipe Jungkook, su padre con ayuda de su hermano Yoongi, le habían hecho una fiesta, invitando a todo el pueblo y obviamente a los reinos vecinos. 

– Príncipe Jungkook.– la voz de Ryujin, quién era una de las chicas de cocina, había tocado la puerta.– Es hora de baje, todos lo están esperando. 

– En un momento bajo, gracias Ryujin.– agradeció Jungkook, observándose en el espejo completo que tenía en su habitación. 


Había pasado tanto tiempo y ya no era ese niño que hacía travesuras a todo el mundo, junto a su hermano y mejor amigo. Pero todavía quedaba algo en ese joven de 20 años, si bien, su aspecto cambió mucho, como su complexión que se había vuelto delgado, sus brazos se veían tonificados gracias a las prácticas con la espada que tenía y con el arco de flechas y obviamente con la pelea de cuerpo a cuerpo que tenía con los soldados de su reino, había ganado tanto músculo, que era algo que a Jeon le gustaba y molestaba a su hermano mayor. 

Sus ojos de bambi todavía lo tenía y jugaba a favor suya cuando quería obtener algo. Su hermano lo conocía tan bien, que simplemente lo ignoraba para no caer o que no le molestara. 

Y si hablamos de su hermano, Jeon Yoongi, había asumido oficialmente como rey de Busan, después de que su padre había enfermado, gracias a Dios, no había pasado a mayores, pero teniendo al rey enfermo, no iba a ayudar mucho a su pueblo y tanto el consejo como el antiguo rey habían decidido que él que ocuparía el trono, sería Yoongi por ser el primogénito de los reyes de Busan. 

Si bien, Yoongi estaba listo para ocupar el lugar de su padre, eso no quería decir que tenía miedo por no ser el mejor rey como lo era su padre y como lo había sido su madre. Ya con 24 años, Min Yoongi era uno de los mejores reyes y su pueblo se lo hacía saber a cada rato que el chico iba a visitar el pueblo, su padre, los del consejo y por supuesto, su hermano, se lo decían, que hacía un excelente trabajo. 

Pero como todo rey, aunque tuviera su corona, se sentía solo, y aunque tuviera la ayuda de su hermano y de su padre. Él necesitaba a alguien con quien gobernar su pueblo; había dejado de hacer bromas con su hermano para enfrascarse en su pueblo y que nadie le faltara nada, el bienestar de su pueblo era primero. Pero los del consejo no ayudaban mucho, más, si los tenía encima de su espalda, cada vez que esos viejos arrugados llegaban al palacio, era para presentarle a las princesas de otros pueblos. Como había sido con la princesa Suran, que era su mejor amiga, con la princesa Lalisa, con la princesa Jisoo quien era hermana de Jin, su mejor amigo también y habían otras princesas que estaban en esa lista. 

Pero su corazón ya estaba ocupado por ese hermoso y perfecto doncel y príncipe. 

Jung Jimin. 

Hermano de su mejor amigo, Jung Hoseok. 

Min Yoongi no encontraba la forma de decirle sus sentimientos hacia el príncipe Jimin, cada vez que los dos están cerca, Yoongi se pone nervioso y por ende, actúa cortante. 

Pero Jimin, al contrario del de tez pálida, había dejado de estar detrás del chico por miedo a que lo alejara, así que había bajado un poco su intensidad con Yoongi. Si antes estaba detrás de él a cada rato y se la pasaba como chicle, ahora le había bajado cinco rayitas a su intensidad y cada vez que iba a visitar el castillo, saludaba a Yoongi y se iba a rápido a la habitación o ir a observar los entrenamientos de su mejor amigo, Jungkook, para tener sus consejos y obviamente la ayuda del azabache. 














El Principe Durmiente •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora