Los reyes del reino de Daegu estaban emocionados por el nacimiento de su pequeño príncipe heredero Kim Taehyung, realizarían una celebración siendo invitados todos los reinos a llegados.
Pero una maldición por parte de la bruja malvada, caería al p...
Al día siguiente, cuando en el cielo comenzaban a apuntar las primeras luces, Taehyung se cubrió con un largo manto. Los tres padrinos mágicos, después de tantos años, volvieron a ponerse sus capas y con ello, los gorritos que traía ésta misma para cubrir sus cabezas, cerraron la puerta con doble llave y emprendieron camino.
El día anterior, después de que se confesará el secreto que los tres chicos habían guardado, le comentaron al chico su verdadero nombre, Taehyung, no había hecho nada más que alejarse de sus tíos e ir a su habitación y acostarse en su calientita cama, viendo hacia la ventana el anochecer que desprendía en el cielo, no habia salido a comer y ni a cenar siquiera, apenas y tenía ganas de levantarse para que lo llevarán al palacio después de haber llorado todo el día.
Durante el camino, ninguno hablaba, Taehyung soñaba con aquellos padres a los que pronto iba a conocer y a los que tanto querría, pero también con aquel joven al que ya nunca más encontraría en el calvero del bosque.
¡Lo llevaba tan dentro de su corazón, que era imposible olvidarse de él!.
¡Ni siquiera le pudo decir su nombre y preguntarle al chico cual era el de él!
Los padrinos mágicos, por su parte, iban recordando el camino que habían recorrido en sentido inverso, dieciséis años antes, con un bebé entre sus brazos. Extrañarían sin duda pasar tiempo con ese niño que ahira era un joven muy hermoso.
– Ya estamos cerca del palacio.– indicó Eunwoo.– Nos estarán esperando con impaciencia.
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Y así era, el rey Donju había invitado al rey GonYoo a su castillo y ambos levantaban sus copas por la felicidad de sus hijos.
Pues pronto, Taehyung, su querido hijo, iba a estar de regreso con ellos nuevamente, Donju y Jiwoo, iban a preparar un festín por la llegada de su hijo con ellos, para celebrarlo los tres solamente.
Los dos reyes, aún no habían acabado de brindar, cuando el príncipe Jungkook en la sala con la respiración acelerada, detrás de él, su hermano Yoongi, de igual forma venía con su paso lento, después de verlo llegar al castillo y bajarse de su cabello, ni siquiera había bajado bien el azabache, cuando había caído del suelo cuando ya quería hecharse a correr, Yoongi obviamente se había burlado, lo había visto desde lejos, pero no le comento nada, ni siquiera se acercó a ayudarlo para levantarlo, primero quería burlarse de su hermano un rato.
– Padre, escuchame.– se acercó a su parte, donde estaba bebiendo con su amigo.– ¡Ayer me encontré con un chico maravilloso!.– gritó junto con una sonrisa, Yoongi, por su parte, escuchaba todo desde la puerta.– Es un humilde campesino, pero lo amo con todo mi corazón, es bello, dulce y bueno.– soltó un suspiró mientras contaba toda su experiencia que vivió en el bosque.– Te suplicó que aceptes nuestro matrimonio, y así él será un príncipe como se merece.– suplicó, su padre, el rey Dongju y su hermano, habian dejado de hacer lo que estaban haciendo para observarlo seriamente.
