Un amor aprueba de todo (Zoro x Sanji)

Capítulo 7 "Renuncie a ti"

Pov Narradora

El silencio reinaba en el lugar, nadie dijo o hizo nada cuando el espadachín se dio vuelta y desapareció entre los árboles del bosque. Sanji con la mirada baja se giró y camino directo al carruaje en donde estaban sus hermanos y su padre. Pero algo o mejor dicho alguien lo giro y sintió un gran dolor en su cachete.

Miro al frente y vio a su amiga de pelo naranja que se encontraba derramando lágrimas y viéndolo con una expresión de enojo.

Nami: ¡Adios!

Sanji: . . .

Nami: ¡Nunca debimos haber hecho esto! ¡Perderás a tus nakamas y sobre todo a la persona que te ama incondicionalmente!

Sin más Nami se giró y corrió para tratar a su capitán que estaba en el suelo. Sanji volvió a girar y camino al carruaje, en silencio se sentó en su puesto y no dijo nada. Su padre dio la orden de avanzar y poco a poco se alejaba del lugar en donde el desastre se desató hace pocos minutos.

Pero, a lo lejos, escucho los gritos de Luffy.

Luffy: ¡Espera! ¡Sanji!

Luffy: ¿Pirata vulgar? ¡Sé que son cosas que no quiste decir! ¡No mientas!

¡¿Creíste que me iría fácilmente?! ¡No Fastidies! ¡No importa cuanto me patees al final, iré por ti!

¡Sin ti no podre ser el Rey de los piratas y tú no serás feliz!

¡Sabes muy bien a lo que me refiero, Sanji!

Sanji se cubría los ojos, su boca tenía un sabor metálico a sangre. Se estaba mordiendo los labios para evitar dejar salir su llanto, estaba destrozado por dentro...

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Pov Sanji

Ser feliz...

Luffy, yo ya no puedo ser feliz. Siempre lo supe, desde que nací fui desdichado, viví sin madre y con la esperanza de crecer junto a mis hermanos y bajo las enseñanzas de mi padre.

Pero no fue haci, al no ser despiadado y cruel como ellos, me trataron como un objeto de burlas y de maltrato. Mi padre nunca me dijo nada cariñoso, lo único que salía de su boca eran reproches y quejas, siempre me culpo de la muerte de mi madre.

Mis hermanos me pegaban con o sin razón, al parecer existir era razón suficiente para molerme a golpes hasta dejarme medio inconsciente. Mi hermana no llegó a golpearme, pero se unía a las burlas o solo observaba en silencio sin decir o hacer nada.

El único cariño que recibí en esa horrorosa familia fue el de mi madre que agonizaba en una camilla. Pero cuando ella murió todo cambio a peor, los golpes, gritos y falta de amor incrementaron.

Lo peor fue cuando me encerraron en un calabozo, con una casco de hierro que para mi edad era muy pesado y doloroso de llevar. Pensé que moriría en esa deplorable celda y que nunca vería el mundo exterior, pensé que quizás si es mi culpa por haber nacido y que yo nunca debí haber existido.

Quería morir...

Pero, escape exitosamente. Gracias a mi hermana que a espaladas de todos me ayudo y me mando al mar. Pase hambre y frío en ese barco, pero unos piratas asaltaron el barco. Hay conocí a Zeff y a sus cocineros.

El mundo me dio un rayo de esperanza, con la cocina que fue la actividad perfecta para mí. Podía desconectarme del mundo y dejar volar mi imaginación al momento de cocinar y crear nuevos platillos. Zeff me dio su cariño a su modo, y me crio. Él fue mi verdadera figura paterna y los demás cocineros fueron mi familia.