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Cristel

Tomás detuvo el auto frente a una casa hermosísima, su construcción alta y sus bellas columnas la hacían ver majestuosa. Pero sabía que dentro me esperaba la bestia de mis nuevas pesadillas.

-Hemos llegado señorita.

-Cristel -le rectifico.

Él me ofrece una sonrisa pero no le escucho decir mi nombre, puesto que uno de los hermanos de la Roca abre la puerta para que ayudarme a bajar del coche.

-Gracias -le digo cuando me ofrece su mano, son grandes y ásperas.

-Sígame, la llevaré a la oficina del joven amo -dice, hablando por primera vez.

Luego de despedirme de Tomás y del hermano gemelo del que ahora me guía al interior de la casa, pasamos por el lado de varias personas que parecían ignorar nuestra presencia al estar ocupados en sus tareas.

Si por fuera la casa parecía grande, por dentro lo es aún más .Tantos pasillos y puertas que soy capaz de visualizarme perdiéndome bien seguido a partir de ahora.

-Francesco -dice la muchacha que se nos acaba de cruzar.

-Nathalia -devuelve el saludo el mi compañero.

-Los de tu escuadrón andaban preguntando por ti, parecía urgente -tal vez lo imagine, pero la chica parecía nerviosa, jugaba con sus manos mientras hablaba, sus mejillas estaban rosas y sus ojos luchaban por no hacer contacto con los de Francesco.

-Oh -exclama con tono de preocupación -Nathalia, ¿puedes encargarte de enseñarle la oficina de el joven amo?

La chica levanta la vista para fijarla en la mía.

-Claro, yo me encargo desde aquí. Vamos -me dice.

Y agradezco el cambio de guía, no es que el anterior me desagradara, pero si me intimidaba demasiado con esa mirada seria y todos esos músculos apretados. Nathalia era lo opuesto, de mi tamaño, delgada y de mirada inocente.

-Hola soy Nathalia -se presenta, como si yo no hubiese escuchado a Francesco decir su nombre.

-Un placer, Cristel -le devuelvo el saludo con un asentimiento de cabeza.

-La oficina no queda muy lejos -ya claro, dile eso a los tres pasillos que he caminado.

Escucho unas voces de hombres alteras al final del pasillo.

-Esto no suele ser tan escandaloso, pero el joven amo se altera bastante cada vez que ve a su primo, cosa que es comprensible, ese hombre es insoportable y nos mira a todos como seres inferiores y sucios.

-No veo el deber de compartir el hermoso rostro de mi mujer, y mucho menos con alguien tan desagradable a la vista -logro escuchar decir a uno de los hombres y, extrañamente, su voz me suena familiar.

-Javier ha estado preguntándonos a todos los sirvientes por la esposa del joven amo, nosotros no contamos nada, pero creemos que es falso eso de que está casado. Nadie la ha visto todavía y eso parece tener feliz a Javier por algún motivo que desconocemos -me cuenta Nathalia en susurro.

Enséñale a la chica lo falsa que eres.

Mientras más nos acercábamos a la puerta, más claras y fuertes se hacen las voces.

-¿Sabes que pienso? -escucho decir al otro -Que estás dolido porque abuelo, al aparecer, no confía tanto en ti como creías. Todos sabemos que sufres un trauma por lo de Liliana, así que él te obligó a hacer algo que te dolería y que no querías hacer.

Atada a un matrimonio (ATADA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora