CRIMINAL 2 | WINRINA

06

POV GISELLE.

Después de un largo día de estudio pude volver a casa, luego de la muerte de Karina había decidido volver a mi país junto a Ning, ella me apoyó en todo momento ante lo sucedido y también me animó a que retomara mis estudios para ser médica, realmente no se que haría sin ella. Me fijé la hora en mi reloj y eran las 15:30, ya estaba parada en la puerta de mi casa, saqué mis llaves, abrí la puerta y entré. Casi de inmediato un olor a café y tostadas invadió mis fosas nasales.

Dejé mi bolso junto a mi abrigo en el sofá y dije.

- Estoy en casa. - Hablé mientras veía a Yizhuo salir de la cocina para venir a recibirme.

- Bienvenida, amor. - Me recibió con un abrazo y luego un beso en los labios. - Te hice el desayuno.

- Gracias Ning, aunque... - Me acerqué lentamente a su oído. - Prefiero hacer otra cosa ahora... - Murmuré para morder suavemente su lóbulo. Estos días no pude andar muy cerca de ella debido a mis estudios, por lo que la extrañaba de todas las maneras.

Ella rió por lo bajo para tomar suavemente mis mejillas y luego plantarme un beso en los labios. Mientras nos besábamos, ella fue conduciendome hasta el sofá, empujándome sobre el para luego posicionarse arriba mío.

Mi teléfono empezó a sonar, lo saqué de mi bolsillo para ver quien nos estaba interrumpiendo y era una llamada de parte de Mina.

- Atiéndele después. - Susurró Ning mientras besaba mi cuello.

Hice caso y dejé el teléfono a un lado, giré un poco mi cabeza para dejarle más comodidad a Yizhuo sobre mi cuello. Sin embargo yo tampoco me quedaría sin hacer nada, por lo que desabroché su camisa dejando a la vista sus pechos los cuales solo estaban cubiertos por aquel encaje blanco. Subí mis manos que estaban posadas sobre su cintura hasta sus pechos y los acaricié aún sobré el sostén. Escuché un jadeo de su parte y sonreí.

El teléfono volvió a sonar y era otra llamada de Mina, no pude evitar preocuparme porque para que ella llame dos veces es porque debe ser algo realmente importante.

- Espera un segundo, Yizhuo. - Dije para tomar el teléfono y atender la llamada. - ¿Sí?

- Giselle, ¿estás ocupada? - Preguntó cuando atendí.

- Un poco, ¿por qué?

- Es algo super importante, ¿estás en tu casa ahora? - Por su tono de voz pude identificar que está... ¿feliz?

- Sí, ¿qué es lo que ocurr- - No pude terminar la frase porque sentí la rodilla de Yizhuo dar unos pequeños circulos sobre mi centro. Tuve que tapar mi boca con la mano para evitar gemir en la llamada. - ¿Y-Yizhuo? - Le susurré por lo bajo para que Mina no escuche, ella solo me miró y sonrió.

- Aeri~, te dije que no atendieras. - Susurró en mi oído pero pareció más un gemido que otra cosa.

- ¿Giselle? ¿Estás ahí? - Escuché a Mina preguntar.

- Sí, estoy a-aquí. - No pude evitar tartamudear al sentir las manos de Ning meterse por debajo de mi remera para subir hasta mis pechos y acariciarlos.

- ¿Estás bien? Te noto algo nerviosa.

- Sí, estoy... - Tuve que alejar rápidamente el teléfono de mi oído porque no pude evitar gemir al sentir los dedos de Yizhuo hacer circulos sobre mis pezones. Ella simplemente rió al lograr su cometido.

Sin decir palabra, se deshizo de mi remera y posteriormente de mi brasier para luego dirigir sus labios a uno de mis pezones. Gemí bajo y tiré mi cabeza hacia atras mientras su otra mano se encargaba de masajear el otro.

- ¿Hola? ¿Aeri? ¿Sigues ahí? - Escuché la voz de Mina proveniente del teléfono. Con toda la fuerza de voluntad que pude, tomé el teléfono y traté de responder con la voz más estable que podía.

- Mina, llamaste en un mal momento... hablamos luego. - Iba a colgar pero su grito llamó mi atención nuevamente.

- ¡Espera! ¡Es realmente importante Aeri! Necesito verte pronto. - Escuché un gruñido de parte de Yizhuo ante la insistencia de Mina.

- ¿Qué es lo que pasó? - Dije algo preocupada ante su tono.

- Es... es sobre Karina.

Tanto Yizhuo y yo nos miramos impresionadas ante lo que dijo. Se supone que Jimin está muerta, ¿qué querrá decirme?

- S-si es sobre Karina... tal vez... tenga noticias de Minjeong también, ¿no? - Me preguntó Yizhuo con tristeza, el funeral de Karina y Winter había sido un momento muy duro para ambas, y se muy bien que todavía Yizhuo no puede recordar a su capitana sin ponerse triste.

- ¿Dónde estás? - Le pregunté a Mina.

- Estoy a dos cuadras de tu casa.

- Ven ahora y cuéntame todo lo que sepas.

- Llego en 5 minutos. - Fue lo último que dijo para luego cortar la llamada.

Yizhuo se levantó con rapidez y se arregló la ropa lo más rápido que pudo. Yo hice lo mismo colocándome nuevamente mi ropa, arreglamos el sofá y hicimos como si nada hubiera pasado.

El timbre sonó y me dirigí lo más rápido que pude hacia la puerta, la abrí y solamente estaba parada Mina ahí.

- ¿Qué pasa? ¿Porque me hablaste de Karina?

- Aeri... sé que te dolió mucho la muerte de tu mejor amiga. - Susurró Mina con la mirada baja.

- Si... ¿por qué lo dices? - Pregunté con algo de tristeza al recordarla.

- Porque... hay muchas cosas que al parecer no sabías. - Volvió a hablar mi compañera para esta vez mirarme a los ojos con una sonrisa.

- Mina... no te entiendo... ¿a qué te refieres?

- Mejor miralo por ti misma... - Ella se corrió a un lado, dejando ver a la persona que estaba atrás de ella.

Mis ojos se abrieron en grande y tapé mi boca con mis manos por la impresión. Un fuerte nudo apareció en mi garganta, aún sin poder creer lo que mis ojos estaban viendo.

- Sorpresa, Aeri. - Dijo aquélla persona con una sonrisa en la cara y riendo nerviosamente.

Sin esperar mucho tiempo la abracé lo más fuerte que pude, todos los recuerdos que tenía con ella volvieron, incluyendo el de su supuesto funeral. Una leve opresión se hizo en mi pecho y las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos, con la voz bastante temblorosa, pude pronunciar.

- Karina...

- Yo también te extrañé, Aeri. - Dijo mientras correspondía a mi abrazo.

Al cabo de unos segundos pude escuchar unos leves sollozos también salir de ella. Ella también me había extrañado mucho, por lo que ambas quedamos abrazadas y llorando aún sin poder creer lo que estaba pasando.

Pero lo único que importa ahora, es que Karina está viva.