Slow Motion ꒰Kihyuk꒱ [EN PAUSA]

Hermoso

Sentado bastante cerca del cañón habló:

—¡Hola! Mm, soy Kihyun, ¿Puedes venir? Solo quiero verte, dame una señal... -disminuyó el volumen de su voz a un susurro- parezco imbécil hablando a la nada tantas veces.— Ya llevaba cerca de una hora ahí y no veía nada interesante. Ese día por ser sábado su mamá no le restringía tanto el tiempo que podía pasar fuera de casa así que había salido luego del almuerzo directo al bosque con el único objetivo de poder ver al dragón, ya se estaba aburriendo ahí solo. Continuó leyendo el libro que Hyungwon le había dejado, el sol lo molestaba un poco en donde estaba, se alejó un poco para poder estar debajo del mismo árbol donde había platicado con el menor el día anterior. Cerró el libro luego de unos minutos y observó las hojas del árbol y el cielo, poco a poco sus ojos se iban cerrando.

Pisadas.

Una rama siendo quebrada.

Un resoplido fuerte cerca de su cabeza.

Los sentidos de Kihyun se activaron en alerta incluso antes de que abriera los ojos, tenía miedo, volvió a sentir el resoplido chocando contra su rostro y obligándose a sí mismo abrió los ojos de golpe. Todo estaba oscuro y una cortina de humo frente a el desaparecía con el aire, observó bien el sitio, seguía en el mismo lugar donde se había quedado dormido, se sentó intentando buscar alrededor que habían sido los sonidos y la sensación de algo estando cerca de su cara pero no encontró nada.

Viendo su teléfono se percató que era muy tarde, no tenía señal en ese lugar pero estaba seguro que en cuanto la tuviera lloverían mensajes y llamadas perdidas de su mamá. Apresuradamente se levantó y se fue, debía prepararse mentalmente para el regaño que le esperaba.

龍

Al día siguiente hizo la misma rutina, a diferencia que tuvo que ir a almorzar a la casa de su abuela por lo que llegó un poco más tarde, justo cuando iba a mitad del bosque empezó a llover muy fuerte, claramente no llevaba consigo un paraguas. Por suerte había dejado en casa el libro.

A pesar de los tantos charcos iba caminando tranquilo, igual y ya se había mojado completamente hasta su pantalón corto deportivo, todo iba medianamente bien hasta que la rama grande de un árbol se cayó, fue tan cerca que aparte de asustarlo le causó una herida en el tobillo, le dolía mucho por lo que se le escaparon algunas lágrimas. Pensó que debía salir de ahí rápido, pero lo haría por el camino donde había salido con Hyungwon días atrás, de una forma u otra tenia que pasar por el claro cerca del cañón. Apresuró el paso y llego ahí, se sentó sobre una roca, a cada paso le dolía más el tobillo, empezó a llorar porque la herida estaba sucia, la lluvia no ayudaba a que la suciedad se mantuviera fuera y le ardía. La tormenta se hizo más fuerte; por un momento le nubló la vista y dirigió sus manos hacía sus ojos para tallarse el agua junto con las lágrimas, se mantuvo unos segundos así hasta que sintió que algo se posaba al frente, se quedó muy quieto, despacio quitó las manos de su rostro y vió toda la escena como en cámara lenta.

Ahí estaba frente a el, imponente, majestuoso, increíble. Por un momento creyó que quizás estaba alucinando, tal vez se había quedado dormido mientras leía ese libro mitológico desgastado que le había regalado Hyungwon y en consecuencia estaba teniendo un sueño lúcido.

Pero no, la criatura era real y magnífica, el esplendor que irradiaba amenazaba con dejarlo cegado.

Se levantó de la roca para quedar a la altura del rostro del dragón, no le importó estar completamente mojado, con la nariz y mejillas rojas por el reciente llanto y por el frío que empezaba a hacerlo tiritar.