En 1990 se había corrido el rumor de que Ravenclaw tenía una realeza. Pero no sé referían a alguien que venga de una verdadera monarquía, sino que de dos personas que siempre que pasaban por los pasillos del castillo se ganaban todas las miradas.
Blair Luscher era una de ellas.
El hecho de pertenecer a una de las familias de sangre pura más antiguas de España le había dado cierto nivel de respeto entre sus compañeros. Eso y el hecho de ser — según la mayoría de los alumnos — la rubia más sexy de todo Ravenclaw. Tampoco había que dejar de lado que su popularidad ahí dentro aumento cuando, en su tercer año, oficializó su noviazgo con el buscador de Slytherin, Terence Higgs, otro de los más codiciados de Hogwarts.
Blair y Terence eran la pareja perfecta: hegemónicos, millonarios y, lo más importante, sangre pura. Cualquiera que los viera juntos sentiría algo de envidia por su perfecta relación, o al menos hasta que supieran que todo el show que se estaban montando ambos era solo para cumplir el deseo de sus familias de no cortar los lazos de sangre.
La familia Higgs y Luscher, ambas de niveles muy altos en el mundo mágico, habían llegado a un acuerdo hace unos años. Una de las hijas de los Luscher debería casarse con uno de los hijos de los Higgs. Y ambos chicos estaban cumpliendo las órdenes de sus padres.
Por otro lado, el chico de Ravenclaw que siempre robaba miradas y suspiros era el revoltoso Tommy Collins. Hijo del prodigio mago y auror inglés, Alan Collins y de la bruja y aurora italiana, Lia Benedetti. Tommy fue criado en un pequeño pueblo mágico proveniente de Italia de manera bilingüe, lo cual le generaría que, en el futuro, esto le diera ventajas sobre sus compañeros para conseguir enamoradas.
El nuevo buscador de Ravenclaw no paraba de robar corazones con cada paso que daba y, a diferencia de su prima, nunca pasaba desapercibido. Y ese mediodía de sábado de Halloween no era la excepción.
Tommy no había pasado la noche en la sala común de Ravenclaw, sino que en el fiesta que habían hecho los de Hufflepuff y a la cual había logrado colarse. Los lentes negros que llevaba puestos mientras caminaba por el Gran Comedor lo delataban, pero de todas formas no le importaba. Claramente estaba acostumbrado a tener ojos sobre él.
Y Angelina Johnson no era un excepción. Desde el día en que los gemelos Weasley se acercaron al grupo de amigos de Tommy para hablar con Emma no pudo sacarse de la mente al pelinegro. Estaba todo el tiempo mirándolo embobada e ilusionada con que él se fijara en ella.
- ¿Qué te pasa? - preguntó Oliver cuando llegó y la notó tan distraída.
Angelina se encontraba con la vista puesta en Tommy, quien se encontraba quejándose mientras apoyaba un mazo de cartas sobre la mesa.
- Nada, nada - se apresuró en responder.
Oliver la miró confundida.
- De acuerdo - respondió no muy seguro - ¿Quién va a Hogsmade hoy? Necesito recargar suministros de golosinas - preguntó a todo el equipo.
- Yo te acompaño, necesito urgente chocolate para esta semana. El partido me genera nervios que solo se calmaran con algo dulce - respondió Angelina.
Oliver asintió y comenzaron todos a comer.
🌾
- ¡Questa pasta fa schifo! Dovrebbero vergognarsi ¿Taglia le tagliatelle? ¿In quale testa ci sta quella stupida idea? - dijo Tommy enojado, quejándose de la comida.
Las chicas de cuarto año que se encontraban sentadas cerca de ellos y lo escucharon hablar en italiano le fijaron la mirada enseguida. Incluso Tommy notó como una comenzaba a coquetearle a lo lejos.
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𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒊 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒚𝒐𝒖 {𝒐𝒍𝒊𝒗𝒆𝒓 𝒘𝒐𝒐𝒅}
Fanfiction{ never knew I could feel that much and that's the way I loved you } Donde Oliver Wood comienza a enamorarse de una desconocida, o donde Emma Collins oculta sus sentimientos para no mostrarse vulnerable. Todos los personajes le pertenecen a J.K. Row...