doce

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- ¡NO! - gritó la profesora McGonagall, interrumpiendo la conversación de dos sus alumnos y asustando al resto - Para nada, ustedes no harán juntos el trabajo ¡Collins y Horowitz se separan ya mismo! -

- ¿Y ahora qué hice? - preguntó Tommy.

- Usted y Horowitz no trabajan juntos. Charlan, se ríen en clase, molestan, se atrasan y no presentan nada. Quiero que hagan las cosas. Ya mismo busca otro compañero señor Collins - le recordó.

- Bueno, esta bien - respondió de mala gana y comenzó a observar todo el salón - ¡Emma! - la llamó a su prima.

- ¡Con la señorita Collins tampoco, señor Collins! - le advirtió.

- ¿Pero por qué? - preguntó Tommy - Dos Collins son mejor que uno -

La atención de sus compañeros de casa y la de los de Hufflepuff, con quienes compartían Transformaciones, se posó sobre él y la profesora McGonagall. Sin duda a Tommy le encantaba discutir con ella y generar risas en el salón.

- La señorita Collins siempre termina haciendo todo el trabajo y usted no aporta en nada - su tono se puso serio - Mejor vaya con la señorita Baizen -

Los ojos de Xixi se abrieron como platos.

- ¿Usted me odia verdad? - le pregunto Tommy - Xixi me tortura en los entrenamientos y ahora lo hará aquí también. Debe ser un chiste -

- ¿Acaso tengo cara de comediante, señor Collins? - dijo la profesora McGonagall mientras lo miraba enojada.

Tommy decidió no responderle y hacerle caso.

Emma trataba de aguantarse la risa con todas sus fuerzas.

- Señorita Ross, ¿con quién hará el trabajo? - le pregunto a la rubia de Hufflepuff.

- Pues, no lo sé. Creo que ya todos tienen grupo - respondió ella.

La profesora McGonagall comenzó a observar el salón de clase con el fin de encontrarle una pareja a su alumna.

- Collins - dijo.

- Se hizo justicia - dijo Tommy y se paró del lugar donde estaba sentado junto a Xixi - ¡Acepto! - le gritó.

- No, señor Collins. Me refería a la señorita Collins - volvió a retarlo la profesora McGonagall - Regrese a su asiento. Señorita Collins, usted y la señorita Ross harán el trabajo ¿alguien más quedó sólo? -

Emma y Samantha se observaron al mismo tiempo y se sonrieron.

Al terminar la clase, todos se apresuraron a organizar lo más rápido sus horarios y terminar el trabajo en el menor tiempo posible, todo esto para estar preparados para el primer partido del año, que sería ese fin de semana.

- Vamos a la sala común de Hufflepuff. Tengo algo que contarte ¿Nos vemos luego de las cinco? Es que antes tengo que verme con Marcus - dijo Samantha.

Una relación que nadie en todo Hogwarts esperaría ver nunca. La dulce, hermosa y carismática reina de Hufflepuff, Samantha Ross, saliendo con el antipático y malhumorado capitán del equipo de quiddich de Slytherin, Marcus Flint.

Emma nunca soporto a Flint. Molestó por dos años a su primo por el simple hecho de tener un acento diferente. Muchas veces considero hacerle un hechizo como venganza, pero jamás se arriesgo, no porque no supiera hacerlo, sino que por miedo a que la descubran y le resten puntos a su casa por su culpa.

Presentía que su relación era una simple farsa, y que Flint lo estaba haciendo sólo para molestar a Tommy.

- Claro, no hay problema. Te busco luego - dijo Emma ignorando por completo la mención del chico, tratando de evitar que notará su cara de desagrado.

𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒊 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒚𝒐𝒖 {𝒐𝒍𝒊𝒗𝒆𝒓 𝒘𝒐𝒐𝒅}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora