10.

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-Hoy iremos al médico, tu tío Niall y tu papá Louis creen que le estoy hablando a mi barriga gorda por comer tantos dulces a media noche, te culpo a ti por darme tantos antojos-_  habló acariciando su vientre viéndose levemente abultado. 

Habían pasado apenas unas semanas, luego de su primer encuentro sexual, sus ganas parecían nunca disminuir, de lo contrario, eso fue el incentivo para hacerlo  en cada rincón de la casa del alfa.

Luego de una pequeña discusión con sus padres sobre sus leves sospechas de embarazo y la mirada asesina que le lanzó Des a Louis, llegaron a un acuerdo que el omega podía ir a vivir a casa del castaño, ya que, separarlos en esas condiciones podría afectarlos, en especial a Harry. 

Por supuesto que Louis dió su palabra de no desamparar a su omega, aunque no estuviesen casados o enlazados prometió velar por él y su seguridad. Anne estaba emocionada con la noticia así que dió su apoyo al 100% lo contrario a Des que parecía sufrir de ataques cada vez que recordaba que su hijo ya no era un niño, ahora era todo un hombre quizás a punto de convertirlo en abuelo.

Harry los primeros días se sentía nervioso, no sabía que debía hacer y que debía evitar, por suerte, su mamá y Jay lo acompañaban y le enviaban muchos mensajes diciéndole que usar o que prepararse para sentirse mejor.
No siendo suficiente, se desvelaba a veces leyendo artículos sobre embarazos, quería estar preparado para ser un buen padre.

Louis nisiquiera disimuló su emoción cuando el rizado le mencionó tener algunos síntomas, el ojiazul evitó que se realizará una prueba rápida, le dijo que él lo llevaría personalmente al médico para que lo revisaran y les dieran la tan esperada noticia.

Harry sonreía demasiado estas últimas semanas, tuvo su calor apenas dos días, ya que con las atenciones de Louis no sufrió mucho, el alfa se encargó de consentirlo y cuidar de él en todo momento. Todo lo que alguna vez soñó lo estaba viviendo al lado del ojiazul.

Louis por otro lado se sentía el hombre más dichoso del mundo, tenía en casa a un precioso omega posiblemente embarazado, sus días en la empresa se resumen en llamadas constantes a Harry para saber como está y si necesita ayuda.

Deseando que vuelva hacer de las suyas de llegar de sorpresa a su oficina usando un juego de lencería de color negro ajustado a su cuerpo y que le pida follarlo encima de su escritorio o en el gran sillón.

Cada día conocía un poco más a Harry y todas sus facetas las adoraba, el rizado era solo perfección ante los ojos de Louis.

El omega se había encargado de entrar completamente en él, todos sus pensamientos y sentimientos se basan en una sola persona -Harry-

-¿Estás listo amor?-_ preguntó mientras abrazaba al omega acercándolo más a él, acarició las mejillas del rizado y dejó un suave beso cargado de amor en sus labios.

-Estoy nervioso-_confesó

-Yo estoy igual, al fin sabremos si estás en cinta-

-¿No me crees cuando digo que lo estoy?-_ preguntó sonando molesto

-Cariño, no es eso, claro que te creo solo que estaremos seguros cuando el médico nos diga ¿si? No te alteres mi amor, sabes que con solo la idea estoy locamente perdido en ustedes, confirmarlo solo hará que no me despegue de ti-

El rizado suspiró, apretó sus labios simulando una sonrisa, tenía temor de los resultados.

Salieron de la casa del alfa y pasaron  por Niall, ya que se había ofrecido hacerle compañía a Harry. Louis no se opuso, pues sabía cuan importante era para su amado la compañía de su mejor amigo.

Sweet CherryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora