SOLO MIO ~SHIGADEKU~

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Mi cuerpo se sentía cálido y agradable, el olor que avía a mi alrededor era exquisito y mi favorito para ser sincero, olía a Tenko-chan.
No pude evitar abrir los ojos, pues en mi opinión sentía que ya avía descansando lo suficiente.
Realmente no estaba preparado para ver esto, mis mejillas rápidamente se tornaron de un color carmesí, pero no por la escena que justo ahora estaba viendo, ya que solo era Tenko-chan abrazándome, era más que nada porque me encontraba desnudó y todos aquellos recuerdos de la noche anterior venían a mi mente.

Mi primer celo avía llegado, lo peor es que, puedo recordar todo a lujo de detalles y todavía no podía creerlo.

¿Esto cuenta como hacer el amor? Fue lo primero que me pude preguntar, pero después entre en pánico por no saber que hacer ¿Y si mi mamá se entera? ¿Culpara a Tenko-chan? ¿Que debo hacer? Pero la pregunta que más interesa me causaba era ¿Cuántos días durará el celo?
Solo llevo un día con este y mi cuerpo todavía se siente caliente, pero ya no duele igual que ayer.

Intenté levantarme, el hambre me estaba matando, tenía que mantenerme con energía y también de pasó aria algo para Tenko-chan, ese fue mi pensamiento pero al intentarlo fui jalado rápidamente por el brazo de mi pareja.

-Tenko-chan, ¿estás despierto? -pregunte al ver que esté todavía se encontraba con los ojos cerrados-

-No te alejes de mí -me acercó más a él y empezó a oler mi cuello-

-Tenko-chan tu... ¿Estás en tu rut? -pregunte por su extraño comportamiento y el fuerte olor a feromonas que emanaba y que hacía que mi parte tracera se sintiera pegajosa-

-Esta bien, no te haré nada, solo quédate conmigo - empezó a dejar pequeños besos en mi cuello mientras acariciaba mi cintura en un abrazo-

-Debemos comer algo, también tenemos que avisar a mamá para que nos pueda ayudar -hable un tanto nervioso, porque no importaba cuánto me encantará estar así justo ahora, estoy consiente que no deberíamos dejarnos llevar-

-Esta bien -soltó feromonas para tranquilizar- ya hablé con la tía Inko, ella sabe que estás seguro conmigo, nunca te aria daño, te amo demasiado.

-Enserio -suspire de alivio- pero Tenko-chan, tengo mucha hambre.

-Bajemos juntos, no puedes estar mucho tiempo separado de mi, puede dolerte mucho -me envolvió en la sábana, para después cargarme en sus brazos y proceder a salir de la habitación-

-Quien ara la comida, si quieres yo puedo -me sentó en la silla-

-No te preocupes, la tía Inko nos dejó comida preparada, deja y la caliento, hizo Kastudon -sonrió y empezó a calentar la comida-

-Mamá es la mejor -me recosté en la mesa-

-Si, lo es -afirmo-

-Tenko-chan, tengo una duda -dije tímido-

-Pregunta lo que quieras pequeño -dijo serenó-

-Emm... Tenko-chan ya es un adulto y ayer nos dimos mucho amor, entonces ¿Tendremos un bebé? -y vaya que mi novio no se esperaba aquella incógnita de mi parte, obvio que yo ya sabía cómo se hacen los bebés, solo estaba buscando molesto un poco-

-Emm... No, tu también necesitas ser un adulto -dijo con un claro tono tensó en su voz- ya está la comida, dijiste que tenías hambre cierto.

-Jeje, si

Tenko-chan sirvió los platos y empezamos a comer, no pasó mucho tiempo, después de que terminamos de comer, empecé a sentir más calor y obviamente mi novio lo avía notado gracias a las feromonas que empecé a esparcir-

-El supresor está dejando de hacer efecto -dijo un tanto serio- déjame ir por uno -se levantó para poder ir al baño-

-Tenko-chan, no te vayas -el calor estaba empezando a ser abrumador y las feromonas de mi novio no me estaban ayudando, deje caer aquella sábana que cubría mi cuerpo desnudo y me dirigí rápidamente a mi novio-

-Cariño hazme caso si, quédate aquí, mi supresor está dejando de hacer efecto también, por favor amor, solo quédate aquí un momento -me acostó en el sofá y me colocó de nuevo la sábana-

-Esta bien -dije resignado haciendo un puchero mientras me acorrucaba con la sábana que tenía el olor de Tenko-

No tardó mucho en regresar con los supresores en la mano, primero se inyectó uno y después me puso a mi el otro.

Los días de celo fueron realmente increíbles, podía estar todo el día con Tenko y eso me encantaba, el despertar de mi Omega no fue nada desagradable, pues ronroneaba a cada rato, demostrando lo feliz que estaba de estar con mi alfa.
Los supresores nos mantenían a raya pero no podía evitar alguna erección de mi parte, que obviamente mi amado me ayudaba a bajar, pero aunque el estubiera muy duro, el no dejaba que yo lo ayudará, para ser sincero eso me ponía algo triste, pero lo compensaba todo el cariño que me daba.

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Fueron los mejores dias