EDITANDO.
> Book number one <
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#65 de todo - 28 de Agosto 2016
#64 de todo - 3 de septiembre 2016
#70 de todo -3 de noviembre 2016
#111 de todo -15 noviembre 2016
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Editado.
✨Dedicado a: @littleGilinsky✨
Caminabas por los largos pasillos de Dallas's enterprise siendo tema de conversación para todos.
Era algo normal, ya estabas acostumbrada a eso; Porque cada viernes pasabas a visitar a tu prometido.
Se te hacia incomodo que todos en aquel lugar te trataran con formalidades, literalmente todo era: Usted, señorita, con su permiso...
En fin.
Llegaste a la oficina de tu prometido tal y como él lo había indicado en su último mensaje; Debías ir a su oficina y tomar la carta que estaba en su escritorio, ahí obtendrías tu segunda pista.
Sonriendo, tomaste la carta y la leíste.
"Ambos sabemos que adoras la naturaleza, la calma y los niños jugando... ¿Ya tienes una idea?
Ahí está tu segunda pista hermosa, te amo.
— C.D. "
Rodaste los ojos con diversión y saliste de allí, próxima parada... El parque.
Llegaste al parque y extrañamente no había nadie.
Suspiraste, Cameron solía hacerte bromas pesadas y tal vez esta podría ser una de ellas.
Pero aún así lo amabas...
Tomaste asiento en una banca, los ánimos habían bajado, ya no estabas feliz.
— ¿Es usted la prometida de Cameron Dallas? — preguntó un niño, debía tener unos ocho o nueve años.
Llevaba una sonrisa amplia en sus labios.
— Supongo... — murmuraste.
El niño extendió una carta.
— No esté triste señorita, es muy linda, sonría —
Sin decir más se marchó.
" Prometo que ya falta poco. Uno, dos, tres... Uno, dos tres.
¿Lo recuerdas?
Esta vez es por dos.
— C.D. "
Tomaste tu celular para llamar a Cameron pero sonaba ocupado.
¡El vals que bailaron al conocerse!
Uno, dos, tres. Uno, dos, tres.
Seis pasos por dos... Doce, doce pasos debías dar.
Efectivamente tu prometido se encontraba de espaldas a ti.
Vestía una camisa blanca con unos pantalones negros de tela.
— Cams... — susurraste.
Él giró para luego dedicarte una cálida sonrisa.
— Te tardaste —
— ¿Lo siento? —
Ambos rieron.
— Ven, voy a mostrarte algo hermoso —
Extendió su mano hacia ti.
Era un lugar muy alejado del parque, pero hermoso.
Habían flores por doquier, mariposas sobre ellas, un pasto muy bien cuidado y el atardecer en su máximo esplendor.
Se sentaron sobre la manta que supusiste Cameron había puesto para su picnic.
Descansaste tú cabeza en su hombro pensando en lo afortunada que eras.
— Te amo — dijiste en un susurro.
Cameron, con agilidad, sostuvo tu rostro en sus manos y unió sus labios.
No eran necesarias las palabras, solo aquel sentimiento, estaban completos y no necesitaban nada más.
