Capítulo 2 "Mala sangre"

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Mina no estaba segura como es que había logrado salir del comedor escolar, ni siquiera estaba procesando correctamente lo que estaba pasando, solo se dejaba guiar por quién la llevaba hasta la enfermería, Sana sería la probable persona, al menos e...

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Mina no estaba segura como es que había logrado salir del comedor escolar, ni siquiera estaba procesando correctamente lo que estaba pasando, solo se dejaba guiar por quién la llevaba hasta la enfermería, Sana sería la probable persona, al menos eso pensaba.
Lo único que tenía en mente era el doloroso sentir en su estómago, en descenso hacia su abdomen y las poderosas ganas de vomitar que contenía simplemente porque, o vaciaba su estómago o respiraba.

Finalmente sintió que paraban un momento y volvían a caminar, levantó su vista borrosa y alcanzó a identificar las diseminadas formas que adornaban el lugar, ese cuarto blanco e insípido seguro sería la enfermería de la academia.

Cuando por fin estuvo cerca de una de las camillas, fue dejada ahí sin una pisca de tacto, como si Sana la hubiera empujado incluso, a lo que Mina gruñó con dolor.

-¿Que diablos te pasa Sana? Esa pequeña bastarda acaba de destrozarme el estómago, y tú no tienes nada de tacto- se quejó Mina mientras se recostaba en posición fetal sobre la camilla.

-¿Sana? No me confundas con esa japonesa ridícula- aquel comentario provocó que Mina levantará la cabeza y se esforzará por aclarar su vista, parpadeando varias veces. -¿Que, estás deslumbrada? Sé que soy divina- bromeo aquella voz, logrando irritar un poco a Mina, quien talló sus ojos una última vez, consiguiendo por fin aclarar su visión y viendo el rostro de quién la llevó a la enfermería.

-Eres... Tu- fue lo único que pudo articular Mina al ver finalmente a aquella que Sana señaló como la capitana de las animadoras, y como una de las basuras más grandes de aquella academia, Im Nayeon.

-Creo que Chaeyoung te revolvió el cerebro ¿Eh?- volvió a hablar la coreana. -Aunque nadie nunca le dió la paliza que tú estabas dandole. Fue tan divertido- comenzó a reírse mientras buscaba en el bolsillo de su unniforme algo. -Dios que horrible arañazo te dejo ahí- señaló Nayeon la mejilla de Mina.

Solo pudo mirar a Nayeon sacar de su bolsillo una pequeña bandita con conejos y abrirla para después acercarse a Mina y colocarla sobre una de sus mejillas, dando algunas palmaditas con sus dedos al colocarla.

Mina sintió un par de palpitaciones en su pecho de una forma un poco más intensa, si no estuviera tan adolorida, podría jurar haberse sonrojado.

-¿Po-por qué me ayudas?- preguntó Mina algo intrigada, Sana dijo que Nayeon era de lo peor, pero sin embargo, ahí estaba, ayudándola a llevarla a la enfermería e incluso regalando le una bandita para su mejilla lastimada. No estaba entendiendo nada.

-¿Ayudarte a ti? No me mal entiendas, extranjera. No puedo dejar que una chica ande exhibiendo un rasguño así en su cara, por otro lado, eres un cero a la izquierda, niña. Si te traje aquí es porque Cookie se iba a meter en problemas por tu culpa- Nayeon soltó aquello, completamente despreocupada. -Deberías estar agradecida, no le doy mis banditas favoritas a cualquier perdedor que se lastime por ahí-

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