Nightmare [#2] ✔

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FECHA: 20 DE MARZO DE 2008.
LUGAR: NASHVILLE, TENNESSEE.

Habían pasado poco mas de dos semanas y las cosas habían estado tanto jodidas como aburridas, y no sabría decir que era peor.

Cuando regresó la tarde siguiente de su encuentro con Damian no encontró a Jaeden por ningún lado, por lo que supuso que le había echo caso y así regresar a South Hill y salirse de su vida; aquella era una de las principales razones de su aburrimiento, estaba tan acostumbrado a supresencia que se sintió un tanto incómodo y mal por la manera en que lo trato, agregando el hecho de que lo drogó y dejo como si nada. Estaba casi seguro de que no lo volvería a ver.

Fuera de eso, se quedó en la misma habitación ojeando de vez en cuando los archivos de la familia Walker entregados por su jefe, observando detenidamente la información de Damian que seguía sin parecerle la gran cosa, tratándose de un chico y nada mas.
Ambos siguieron frecuentandose en todo ese tiempo tres veces en el mismo bar, conversaban de cosas triviales durante horas sentados en la barra y finalmente cada uno se iba; no hubo interacción mas allá, no hablaron del tema ni tampoco de la familia Blackwood, solo convesaban de su semana y cosas lejos de lo personal.

Descubrió que Damian le agradaba mas de lo que debería, pero ignoraba el hecho de que al no tener idea de nada, se tendría que rehusar a continuar con su investigación y abandonar la ciudad para no volver a verle nunca, y fue precisamente ese día en que decidió partir.

Su maleta estaba sobre la cama y el resto de archivos en su auto, su mente divagaba mas en lo que estaba a punto de hacer.
Concluyó que se iría sin despedirse, no estaría listo para eso, mucho menos después de haberse sentido cálido y ameno junto a Damian la última vez que se vieron dos días atrás, nunca había tenido una conversación así con nadie. Nunca.

Suspiro profundo y se levantó de su silla para tomar su maleta y salir, pero el telefono de la habitación sonó haciéndolo frenar para contestar.

— ¿Si?

Hubo un silencio de un par de segundos. —Hey.

Trago pesado ante la voz del otro lado de la línea. Damian.

—Hola, precioso. —saludó mientras se recargaba en la pared y sonreía como si lo tuviera de frente. Aquel apodo había salido sin querer una vez provocando el enojo de él, pero no dejo de usarlo porque le gustaba molestarlo.

—No me llames así. —advirtió —Necesito... pedirte un favor.

—Vaya, y yo que creí que "no somos amigos, solo nos acostamos una vez, eres un idiota" era en serio. —pauso y suspiro ante el silencio, seguro y ya lo había molestado —Dime, ¿Qué necesitas?

—¿Cómo te ves en traje?

—Maravilloso como siempre, ¿Por qué? —alzó una ceja sin entender.

—Ven a mi departamento entonces, te explicaré todo. —y simplemente le colgó.

Evan miró el aparato, perdido. ¿Qué había sido eso?
Luego, su mirada paso a su maleta recordando de repente que tenía que irse, entonces mordió su labio con duda. Podía simplemente desaparecer sin explicación, o ir al departamentode Damian y ver lo que necesitaba.

( *** )

Debió haberse largado, y lo confirmo desde el momento en que se subieron a aquel auto negro en silencio, ¿en que jodidos se había metido?

—No puedo creer que me convencieras de esto. —dijo en voz alta mientras observaba su traje y suspiraba —Recuerdame porque estoy aquí.