𝗟𝗮 𝗰𝗮𝘀𝗮 𝗱𝗲...
La profesora fue llamando a uno por uno, hasta que el momento de Lilith llego.
--Grindelwald, Lilith—
Con pasos nerviosos se acercó al sombrero, se sentó en la silla y la profesora le coloco el sombrero, una voz la hizo sobresaltar.
--Interesante, te estaba esperando...-- menciono aquel sombrero—Eres inteligente, y curiosa, muy curiosa, serias una honorable Ravenclaw, pero el azul no es tu color, eres valiente, pero los leones no son lo tuyo, Hufflepuff lo pondría como ultima opción, si, la ambición y sed de demostrar que eres digna de portar tu apellido, ya se ha donde perteneces...
La tensión que reinaba en el gran comedor era abrumadora, el corazón de Lilith estaba latiendo a mil por hora, y solo podía concentrarse en esperar la respuesta de aquel viejo sombrero.
--¡Slytherin! --- Anuncio el sombrero haciendo que la mesa de las serpientes estallara en aplausos recibiendo a su nueva integrante, Lilith sonrió de oreja a oreja, formaba parte de la casa Slytherin, igual que su madre, igual que su padre. Igual que sus tres amigos.
Aunque Lilith derrochara felicidad, había un azabache en la multitud de estudiantes que no podía creer que aquella chica fuera seleccionada a esa casa, ya que después de todo lo que había oído sobre Slytherin, le pareció que era un grupo desagradable.
La castaña se bajo de la silla, y se fue felizmente a su mesa donde Draco, Blaise y Theo la estaban esperando, desde la mesa de los tejones, Rolf la veía con una sonrisa contagiosa, y le alzo los dos pulgares haciéndole entender que estaba feliz y orgulloso por ella, Draco le dio un fuerte abrazo acompañado con un Somos parte de slytherin, la alegría notable en su voz, el azabache de ojos esmeraldas vio la escena entendiendo todo.
Aquella chica era amiga de Malfoy, y si son amigos seguramente era una odiosa pretenciosa igual que el, Harry solo rodo los ojos y fijo su vista al frente, justo al momento en que la profesora McGonagall dijo su nombre.
--Potter, Harry—
Mientras Harry se adelantaba, los murmullos se extendieron súbitamente como fuegos artificiales, y Lilith se fijo en aquel chico de ojos esmeraldas, ¿Por qué les sorprende tanto él? Lo único importante que ha hecho fue "asesinar" a un mago tenebroso y el azabache no tenía ningún recuerdo de aquel treinta y uno de octubre, estaban adulando a alguien que seguramente estaba lleno de baba cuando paso.
Después de unos minutos la voz del sombrero lleno el lugar y un fuerte Gryffindor dio por decidida la casa del azabache.
La castaña amiga que había conocido en el tren fue seleccionada en la casa de los leones, y de una corta mirada que se dieron ambas, sabían que su amistad no se iba a terminar, aunque ambas portaran distintos colores en su uniforme.
La de ojos de dos colores estaba hambrienta y tenia rapidez para que sirvieran la cena, cuando noto que el director de Hogwarts, Albus Dumbledore, se coloco de pie, miraba con expresión radiante a los alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle más que verlos allí.
—¡Bienvenidos! —dijo—. ¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias!
Por la cabeza de Lilith cruzo un solo pensamiento Lo viejo lo volvió loco, su mirada expresaba confusión ante las palabras del mayor, pero enseguida que la cena apareció, dejo ese sentimiento atrás y se propuso a servirse de lo mejor para comer, mientras se ponía un recordatorio de que tenia que escribirle a su madre para darle la noticia.
ESTÁS LEYENDO
υn aмoυr, υne gυerre
Fanfiction-¿Tan idiotas nos veíamos en aquel entonces? - cuestionó Lilith viendo los ojos esmeraldas de Harry. -Idiota seré yo, si no te beso ahora. -------------- Donde todo empieza por una estúpida rivalidad y dos corazones terminan enredándose en sentimie...