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Intenté tragarla y luego tosí cuando lo logré medio asfixiado aún. Jeongwoo apareció de pronto a mi lado, mientas la puerta de la entrada ya estaba cerrada, dándome a entender que Haruto ya se había retirado.

- ¡Asahi! ¡¿Estás bien?! - me preguntó, pero la tos seca que salía de mi garganta me impedía hablar. - Te daré un poco de agua, espera- corrió hacia la llave y tomó un vaso llenándolo rápidamente con el líquido que salía del grifo. Se acercó a mí y me extendió el vaso, yo tomé del agua, esperado que aquel ardor en la garganta desapareciera y la tos se fuera también.

- ¿Mejor? - inquirió.

-Sí- dejé el vaso sobre el pretil de la cocina-. Gracias.

- Eso te pasa por atascarte de comida, bestia- bromeó. Reí ante aquel apodo que desde hace años llevábamos diciéndonos.

-Bueno, eso me pasa porque me hiciste venir desde el otro continente sin comer- refuté riendo. Jeongwoo se sentó a mi lado y me arrebató la galleta para terminar de comerla.

- ¡Oye! - dije mientras miraba como se la comía, sé que sólo era una galleta, pero era MI galleta.

-Hay pizza en el refrigerador, creo que eso podría llenarte más que una galleta.

-Tengo más sueño que hambre, así que mejor me llevas a desayunar- sonreí- Oye, Jeongwoo...- vacilé y me dediqué a juguetear con los dedos de mi mano- Haruto es... ¿Tu novio?

-Y lo que más amo- afirmó

- ¿Y por qué no me habías contado bestia? - me hice el indignado.

-Porque... llevo un mes saliendo con él.

- ¡¿Un mes?! ¡Nuestra última llamada fue ayer! - le recalqué. Él se encogió de hombros en su lugar.

-Bueno, bueno, quería darte la sorpresa.

-Pues lo lograste. Pensé que después de lo de Yedam, tú ya no...- me quedé a la mitad de la frase, pero él me entendió.

-Sí, yo también lo pensé. Si no, no hubiera huido del país como cobardemente lo hice- sonrió-. Pero conocí a Haruto y... Lo amo.

- ¿De verdad? Hace un mes que salen, que tanto lo puedes conocer- musité.

-Lo suficiente, Asahi- me miró serio- Pensé que estarías contento por mí.

- ¡Lo estoy! - y lo estaba de verdad, pero algo se removía dentro mí, algo que me hacía estar confundido. Ese tipo de confusión cuando no te explicas por qué las cosas avanzan tan rápido y cambian de un día para otro-. Estoy feliz que hayas seguido adelante con tu vida, me pones el ejemplo- admití.

- ¿Qué quieres decir con que te pongo el ejemplo? ¿Sigues enamorado de Doyoung? - saltó hacia atrás mirándome con los ojos como platos.

- ¡Para nada! eso ya pasó, a lo que me refiero es que, no te quedas estancado en el pasado; como yo con el accidente de mis padres.

-Oh, Sahi, eso ya fue hace tres años, ahora eres fotógrafo profesional de veintidós y tienes que sacar mucho de esa vida que llevas- me pasó la mano por los hombros-. Pero ahora no hablemos de temas tristes, mejor dime, ¿has conocido a alguien especial?

Sonreí ante su curiosidad y su enorme sonrisa indagante. Pero a la mente se me vino el nombre de Haruto, como una oleada de viento, rápida y fugaz.

-Qué cosa más extraña...

- ¿Qué? ¿A quién conociste? - me di cuenta entonces de lo que había pronunciado en voz alta, o suficientemente fuerte para que Jeongwoo me oyera.

- ¿Eh? Ah- tartamudee.

孤独 ; 𝐌𝐚𝐧𝐮𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨┊ hasahiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora