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"Me aterra que algún día te vayas. "

Cuando despertó en un hospital, la mujer vislumbró a su esposo dormido en una silla al lado de ella.

—Rei... —dijo con debilidad. No bastó otra palabra para que aquel rubio abriera sus ojos.

—¿Cómo te encuentras? —decía calmado.

—¿Cómo... te encuentras tú? —habló con dificultad.

Él rió.

—Si tú te encuentras bien, también yo.

Furuya cambió su expresión, viendo unos segundos a la nada con el rostro serio. Después, agarró la mano de su esposa, apretándola con suavidad y mirándola a los ojos.

—Lamento haberte involucrado con mis asustos, lo siento. —hablaba decidido. —Prometo no volver a dejarte sola.

Él se aproximó a su rostro, quedando a cortos centímetros de distancia.

—Nunca volveré a soltar tu mano.

Entonces, la besó.

Matrimonio con Furuya Rei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora