13 ━ arena

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── tenías razón en lo que dijiste, no eres uno de nosotros, no eres un vikingo ❜















—No sé que tipo de dragón será. —Louis suspiró, molesto. Estaba sentado alrededor de la mesa, observando a Harry, que removía su cuchara de madera en medio de la salsa sobre el fuego— ¿Estás seguro de que no necesitas ayuda?

—Bocón ya me escribió la receta, y tú, Louis, ya me has enseñado a utilizar los materiales —contestó Harry, probando un poco de la salsa rojiza, quedándose pensativo mientras la degustaba.

Louis sonrió entonces. El dragón había mejorado considerablemente su hablar, además de mostrar una admirable capacidad para aprender cosas nuevas. Leer, escribir, cocinar. Es como si fuera instintivamente adaptable.

—¿Has podido leer todo correctamente?

—Sí. Gracias por enseñar, —respondió Harry, mostrando una pequeña y encantadora sonrisa.

Louis negó con la cabeza, sí que ayudó, sin embargo la mayor parte del aprendizaje fue únicamente de Harry.

Según Styles, el dragón poseía una capacidad de aprendizaje bastante flexible y rápida. Algo que era justo, teniendo en cuenta que la supervivencia de la especie se debía en parte a su interacción con los humanos.

Aun así, Harry estaba agradecido a Louis por todas las cosas que el -aparentemente- más joven le había enseñado.

—Y sobre el dragón, no te preocupes, ya sabes cómo lidiar con todos los dragones de la academia. —Harry volvió a hablar después de retirar el caldero del fuego—. Y yo estaré cerca.

El humo que salía del caldero acabó haciéndole la boca agua a Louis, junto con el aroma de la comida. Era bastante apetecible.

—Aun así, tengo un mal presentimiento. Todo Berk estará allí mañana y esperan que mate, —dijo Louis, apretando los nudillos con nerviosismo e inhalando lentamente—. Tengo miedo.

Harry se acercó, dejando el caldero a un lado antes de agacharse frente a Louis, tomándole la mano porque de alguna manera los humanos se calmaban con esto. Se inclinó hacia su pequeño y nada temible vikingo, lamiéndole la nariz y la mejilla y haciendo reír a Louis por la sensación de las cosquillas.    

—Todo va a salir bien. No dejaré que te pase nada —Sus palabras llegaron lentamente en la gruesa voz del rizado.

Louis podía sentir la sinceridad en cada una de sus palabras.

—Yo soy el que debe protegerte.

Harry sonrió de lado, mostrando uno de sus hoyuelos y Louis suspiró ante eso. Le habían gustado esos pequeños agujeros en las mejillas desde la primera vez que los vio.

—Lou, eres demasiado pequeño para protegerme.

—Te lo dije, es algo genético en la familia de mi madre. No soy pequeño.

—Los dragones jugaron contigo porque pareces un niño, no te satisfaría ser una presa.

Louis se quedó con los ojos abiertos ante tal atrevimiento de Harry al pasarle tal información. Tomlinson dio una palmada en la frente del hombre más grande, que luego se rió.

La Furia Nocturna fingió gruñir, mostrándole sus pupilas rasgadas y sus afilados dientes, con los labios retraídos en una sonrisa salvaje que hizo que las hermosas mejillas del humano se tiñeran de un rojo intenso.

—¡Aún voy a crecer!

—No creo que eso sea posible. Aunque tu olor está cambiando, no creo que tu tamaño tenga algo que ver.

𝐂𝐎́𝐌𝐎 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄𝐍𝐀𝐑 𝐀 𝐓𝐔 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎́𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora