[Capítulo 21]-Flor Sanadora-

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B: ¿Que te parece aquí?

M.E: Pequeño pero cálido, servirá

[Narra Narrador/a]

No tardaron mucho en hallar un lugar donde poder descansar del frío clima y poder dormir de una vez. Se trataba de una pequeña cueva, o más bien era una esquina a la cual no le llegaba la nieve, el lugar era pequeño y no muy espacioso, pero con suerte los tres amigos podrían pasar ahí la noche.

Bontancio entró y seguidamente se agachó para que los otros dos animales pudieran bajar de su espalda, el mayor agarro en brazos a su contrario y juntos bajaron a tierra firme. El lugar no es que fuera muy cómodo, pero era mejor eso que seguir pasando frío ahí afuera.

M: ¡Achus!

B: ¿Se pondrá bien?

Pregunto en un tono triste el gran y peludo animal, no era muy común para él ver a alguien enfermo y le preocupaba mucho el estado del menor, el cual no parecía estar mejorando.

M.E: Eso esperemos...

El exe con sus poderes procedió a hacer dos funciones, una de ellas mantener levitando cerca suyo a Mike y la otra hacer aparecer el colchón y las almohadas que habían utilizado en otra ocasión.
Al hacer aparecer dichos objetos el creador de ellos no pudo evitar recordar la última noche que él y su contraparte durmieron ahí, no es que fueran malos recuerdos, pero les llegaba a incomodar tal vez un poco.

B: ¡Pedazo cama!

Las palabras del lobo hicieron sacar al mayor de sus pensamientos, continuando así con su misión.
Antes de que pudiera tumbar al menor en la cama, el otro individuo se adelantó a ellos dos y salto directamente a esta, ocupando así casi todo el espacio posible. Por suerte quedó un espacio libre donde colocar a Mike.

Volviendo a tenerlo en sus brazos, se agachó cuidadosamente y lentamente lo tumbo en el colchón, estando su cabeza en una almohada y el resto de su cuerpo en lo que quedaba de cama, segundos después la cola de Bontancio se posó cuidadosamente en el cuerpo de él, dándole así más calor lo cual era lo que más necesitaba ahora.

M: T-tengo mucho frío, Exe...

Fue lo último que dijo el pequeño antes de cerrar sus ojos por completo para después dormir profundamente.
Los dos mayores miraban preocupados al menor, no podían hacer nada más por el momento, solamente esperar y rezar de que mañana este mucho mejor.

B: ¿No vas a dormir?

M.E: Prefiero quedándome vigilando

B: Venga ya, ¡estas agotado! Además, Mike no irá a ninguna parte, es mejor estar cerca de él que estar observandolo

M.E: Esta bien, me has convencido

Respondió mientras se tumbaba al lado de su contraparte, manteniendo unos centímetros de distancia, ni el sabía cómo actuar, no sabía si darle su espacio o abrazarlo para darle más calor.

B: Oh vamos, ni que te fuera a morder

Dijo al ver que tanto tardaba en decidirse su amigo, con su cola, aparte de seguir siendo utilizada como sabana, junto al mayor con el menor y seguidamente él también se unió al abrazo.

B: Buenas noches Exe, buenas noches Moris

M.E: ¿Moris? Oh, estás tu también aquí

Pues si, el pequeño intruso que siempre aparecía se encontraba dentro del gran abrazo de los tres animales, parecía que nunca les iba a dejar solos ese pequeñajo.

Esta vez el exe no hizo nada al respecto, estaba demasiado cansado como para poder moverse o incluso pronunciar alguna palabra más, así que simplemente cerró sus ojos y comenzó a dormirse profundamente, dejando solamente el sonido de la fina brisa del exterior moviendo las ramas y hojas de los pinos repletos de nieve.

-ᴅᴏꜱ ʀᴇɪɴᴏꜱ ᴅɪꜱᴛɪɴᴛᴏꜱ-[ᴍɪᴋᴇxᴇ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora