Liv

Capítulo 3

— ¡Por fin! Me estoy muriendo de hambre — grita mi hermano en respuesta bajando las escaleras.

— Pero si deje comida, nos has comido porque no fuiste capaz de asomarte a la cocina a ver sí había algo de lo que pudieras llenar tu estomago de individuo en crecimiento — suelta una risa nerviosa, sé que no me espero para comer porque nunca lo hace.

Sirvo comida en dos platos y me dispongo a llevarlos a la mesa para comer.

Mi hermano físicamente no se parece nada a mí y tiene su por qué.

En el tiempo que ocurrió el accidente en donde mis padres perdieron la vida, mi madre Alisson Milster tenía 6 semanas de gestación, es decir, estaba embarazada.

Ambas lo sabíamos, cuando sucedió la tragedia dos días después mamá tenía planeado darle la noticia a mi padre. Lo cual me da mucha más tristeza, mis padres habían intentado de todo por concebir a otro bebé aparte de mí.

Alisson tuvo complicaciones conmigo dentro de su vientre, los doctores dijeron que fue un milagro que yo haya nacido en perfectas condiciones. Después de esto ellos anhelaban otro bebé y después de largo tiempo de tratamientos, medicamentos y consultas. Mi madre había podido embarazarse nuevamente. Pero al parecer traer a otro pequeño al mundo no debía suceder.

Y es allí donde yo después de pasar el duelo, decidí acoger a un niño de la calle, el cual pasaba frío y hambruna solo allá afuera. Y es así como llego mi querido hermano, portando el nombre que mi madre le hubiera puesto a su bebé si hubiera nacido; Lenin.

Después de llenar nuestros estómagos con algo de comida, me dispongo a ordenar un poco la casa, para después hacer la tarea que nos hayan dejado de las materias.

Y pronto prepararme para ir a trabajar.

Toda la semana trabajo en un cine por la noche, a excepción del fin de semana. Tener que mantener a un individuo de quince años es algo bastante difícil, contando el hecho de que tengo que cumplir con los pagos para su educación.

En ese aspecto la directora de su escuela es muy considerada y me da bastante tiempo para juntar el dinero y así el pueda recibir la educación que necesita. Sin embargo, también están los gastos de la casa, casa que era de mis padres y quedo a mi nombre después de su fallecimiento.

Pero lo que mas me preocupa es sobre todo los pagos de las inscripciones y semestres de la universidad, estoy consciente que entrar a una carrera es mas costoso que estudiar cualquier otro nivel.

Por ende, he tenido bastantes trabajos y algunos de los que no estoy para nada orgullosa, pero lamentablemente eran de las únicas maneras en que yo podía sacar buen billete y pagar todo a tiempo. Gracias al cielo uno de ellos lo tuve que dejar mientras que otro...no esta tan mal.

De hecho nada mal.

°°°

Me encuentro colocándome el uniforme para poder empezar con mi turno, por lo regular trabajar entre semana en un cine resulta más tranquilo de lo que parece. Muy poca gente viene a ver una película entre semana, pero como hoy es viernes no será así.

— ¡Pero miren a quien tenemos aquí! — chilla Zack a mi lado, no tendré muchos amigos, pero la mayoría son hombres, digamos que es más fácil mantener una amistad con ellos — pero ¿Qué ángel trajo a esta preciosura?

— ¿Por qué no me sorprende que estes aquí? — contesto con otra pregunta. Zack solo trabaja los fines de semana, pero tiene un raro amorío con Nancy, una compañera del trabajo la cual solo usa a mi iluso amigo como se le pegué la gana — pensé que lo de Nancy y tu había quedado en el olvido o eso es lo que me habías dicho.