Liv

Capítulo 6

Doble actualización, apenas la semana pasada salí a unas pequeñas vacaciones de la U y he aprovechado para escribir el capítulo que había quedado pendiente y el de esta semana.

Tengan cuidado con los numero de los capítulos, no queremos spoilers.

¿Comenzamos?

°°°

Liv Milster.

Son las doce del mediodía y yo aun sigo en cama, la verdad es que no me sorprende. Es fin de semana y mi única ocupación de hoy es asistir al compromiso que tengo por la noche y no me refiero a la fiesta a la que me invito Elm.

Bajo a desayunar algo ligero solo para entretener la tripa, es tarde y en poco tiempo hare algo de comer para Lenin y para mí. La mejor y única opción que tenía era un cereal.

Tengo que hacer las compras para esta semana si quiero sobrevivir.

Lenin ya había bajado a desayunar, al igual que la planta baja de la casa estaba totalmente recogida y eso es gracias a mi pequeño hermano.

Es su manera de ayudarme.

Desde que lo acogí en casa siempre ha buscado la manera de alivianarme el trabajo ya sea en la casa o trayendo algo de dinero, pero lo último no sirvió de mucho ya que por ser menor de edad no había muchas opciones en las que el pudiera trabajar.

Y si había eran trabajos muy matadores, para la miseria de dinero que te llegaban a dar. Así que logramos llegar a un acuerdo, el me ayudaba dentro de la casa mientras que yo intentaba acarrear dinero para sustentar nuestros gastos.

Después de terminarme mi desayuno muy elaborado, me senté en la sala de estar junto a mi hermano que estaba viendo su serie favorita Avatar, esa del niño pelón con flechas azules que van desde su cabeza, brazos, espalada y piernas. Que sabe controlar los cuatro elementos; agua, tierra, fuego y aire.

Que es descubierto por dos nativos de la tribu del agua, que lo ayudan a aprender a manejar y controla los elementos, para así buscar un equilibro en el mundo, el cual fue arrebatado por la nación de fuego liderada por el señor del fuego; Ozai.

Tengo que admitir que yo también logre ser fan de esa serie, tan así que deseaba y anhelaba con todo mi ser poder controlar alguno de los elementos y ser alguien importante dentro de ese mundo. Había veces en las que imaginaba controlar el agua mientras que papá con una manguera la lanzaba hacia la dirección que yo apuntaba.

Que buenos tiempos.

— ¿Vas a salir algún lado hoy? — pregunto mi hermano con la mirada fija en la pantalla.

— Si, sabes que hoy es uno de esos días — yo se que el sabe a lo que me refiero.

— Sabes que a tus papás no les gustaría nada lo que haces ciertos sábados ¿verdad? — volvió a preguntar, solo que esta vez sí me miro a los ojos.

— Lo sé nano, solo que es algo que no puedo dejar de hacer. No solo por necesidad, sino también porque me gusta hacerlo, es una emoción muy grande y la mas real que he sentido en mucho tiempo ¿entiendes?

— Entiendo.

Sin perder el tiempo y sin ganas de seguir con esta conversación, me levante del sillón dispuesta a irme.

— Iré a comprar el super ¿quieres que te traiga algo?

No respondió de momento, sino que lo hizo después de un rato.

— Nop, pero si se te cruza una bolsa de gomitas si quiero.

Solté una pequeña risa y retomé mi camino a mi habitación, para cambiarme y marcharme al supermercado.