Estaba de rodillas dibujando algo en un pequeño lienzo, traía consigo una capa larga de color blanco, dejando solo al descubierto su cabellera larga y dorada. Aun no veía su rostro, pero estaba seguro que se trataba de una bella mujer.
-Disculpa... -empecé a hablar, pero ella se levantó exaltada sin yo haber podido terminar la oración y salió corriendo.
Dejo tirado el lienzo, lo recogí y fui detrás de ella. Corría rápido he de admitir, aunque aún no la perdía de vista, se fue adentrando en un túnel que era cubierto por ramas y hojas que caían como cascadas, y cuando estaba por entrar yo también fui empujado hasta caer.
-¡NO ME SIGAS! -Gritó. Su rostro estaba enrojecido por haber corrido o seguro por el enojo que proyectaba su mirada azulada, su nariz eran pequeña y perfilada, sus labios parecían dos rosas rojas. Era estupendamente bella.
-¿Por qué huiste? No pienso hacerte daño. -Le aclaré. Me miraba expectante, y aunque lo ocultara muy bien podía ver cierto temor en sus ojos. Quizá era entendible, pues corrí detrás de ella, seguro pensó que quería hacerle daño.
-Tienes que irte de aquí. -Pidió impaciente, señalándome el lugar por donde habíamos venido. Me levanté del suelo, pues ni me había percatado que aún seguía tirado ahí.
-¿Por qué?, esta parte del bosque le pertenece a mi padre, y ahora me corresponde a mí. ¿Por qué habría de irme? ¿Tu porqué estás aquí? -. La bombardeé con preguntas, haciendo que ella se mostrara más impaciente. Parecía una chica inofensiva, pero algo estaba ocultando.
-¿Por qué haces tantas preguntas?
-Pues tu no me responde ninguna de ellas, haces que quiera preguntarte más cosas aún. -Me defendí. Ella volteó a mirar hacia atrás donde estaba el túnel. ¿Que era ese túnel? Era todo un misterio.
Me miró, sus ojos azules altaneros me querían decir tantas cosas, más bien advertirme de algo. Y todo paso rápido, ella se quitó la capa blanca que la cubría, dejando libre unas alas grandes casi transparentes, que brillaban como si de alguna manera hubieran sido escarchadas. ¿Era un sueño? ¿Qué era lo que mis ojos estaban viendo? Y de un momento a otro mis ojos se fueron cerrando hasta quedar todo negro.
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Un Amor Mágico
Teen FictionEl joven Matthaeus descubre que aquellos cuentos que su padre le contaba de niño, eran más que simples cuentos, escondían una verdad. Y sin él querer buscar respuestas, las encontró. En aquel "bosque encantado". 《No hay teoría, simplemente escucha.》