lll Parte: ¿Esto es real?

14 1 0
                                    

Escuchaba una dulce voz a lo lejos, no distinguía lo que decía, pero la voz se fue aclarando más, hasta ser completamente audible.

-Despierta, despierta... -Sentí como mi cuerpo fue sacudido levemente.

Aparentemente estaba dormido, así que abrí los ojos y lo primero que vi fue a la chica del lago, me miraba preocupada, me incorporé frotando mis ojos, no veía sus alas así que tal vez esa parte había sido un sueño. Escuche unas risillas y susurros a mi costado, me volteé y mire a tres chicas con ¡ALAS!. Me alteré, nada había sido un sueño ¿o aún seguía dormido?

-Oye, tranquilo. No te asustes, quise evitarte todo esto, pero fuiste muy testarudo. -Dijo la chica del lago, necesitaba saber su nombre. Bueno, necesitaba saber muchas cosas en este momento, seguía muy aturdido. Recordé las historias que mi padre me contaba, sobre el bosque mágico y las hadas, ¿acaso era posible?, no habría otra explicación, a menos que yo también estuviera loco. Mire a mi alrededor estaba en una especie de casa, pero muy extraña, era de hojas sus paredes y el techo de flores, ok, estaba loco.

-Necesito que me expliques lo que eres, donde estoy y si todo esto es un sueño. -Pedí nervioso temiendo cualquier respuesta. Ella estaba sentada al borde de la cama donde me encontraba, que, por cierto, estaba hecha de un material que desconocía, era algo completamente complicado de explicar.

-Mi nombre es Calíope, y soy una Hada. Ahorita te encuentras en mi reino Néraides, un reino claramente de Hadas, donde yo soy la princesa. -Empezó a explicar, el nombre del reino ya me sonaba familiar era el mismo que mi padre me había mencionada, ¿por que el sabia todo esto? ¿A caso mi padre conoció a las Hadas? Todo seguía siendo un misterio. Pero no quería seguir preguntando nada más, tenía suficiente por ahora, aún tenía que procesar lo que Calíope me había dicho.

-Mi nombre es Matthaeus. -Fue lo único que dije. Las tres chicas que aun seguían paradas en el mismo lugar chillaron en unísono. Una de ellas de cabellera morada aleteo sus alas y voló al rededor mío, aun me asustaba todo esto.

-Tu nombre te hace ver más atractivo. -Confesó la chica.

-Discúlpala, es la primera vez que conoce a un humano. -Explicó una de las dos chicas.

-¿Ya habían conocido a otro humano? -Pregunte dirigiéndome a Calíope. Ella asintió.

-Vamos, tienes que conocer al rey. -Dijo, poniéndose de pie. O sea, conocería a su padre. Me levante yo también siguiéndole el paso, y detrás de mi venían las otras tres chicas volando.

Un Amor Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora