¿Dónde estabas?

Capítulo XII

Jamás habría creído lo feliz que podía hacerte una persona, su compañía, sus gestos, su aroma, aun que también él temor que te cala los huesos es tremendamente agresivo, pero ¿temo por mí o por el? Creo que tener miedo es parte de amar de esta manera y también de la vida.....

- ¿Que estas haciendo Farah? No haz dicho una sola palabra.- pregunto Severus. Mirándome desde el escritorio del estudio de la casa, hay un pequeño sillón en el que me siento en silencio a leer mientras el trabaja y que esta justo contra esquina de su escritorio al otro extremo de la habitación.

- Me divierto, los muggle piensan que finalmente a Drácula lo libero el amor antes de morir, otros creen que Van Helsing lo mató. La realidad es que ni yo misma se como murió, tienen mucha imaginación.

- ¿Y no te causa curiosidad? -

- No, prefiero pensar que fue lo que este escritor plasmó, un final muy dulce para una criatura tan malvada. ¿Dime ya terminaste?

- Solo debo responder esta última correspondencia y listo.

- ¿oye que pasará conmigo cuando debas reincorporarte a Hogwarts? No quiero quedarme sin ti-dije mientras me sentaba en sus piernas.

- El subdirector fue enterado que se te ofreció un puesto como maestra en el colegio, ¿no piensas aceptarlo?

- Pará ser muy sincera.... No lo se - dije mientras acariciaba su nuca mirándolo a los ojos-creo que quiero ayudar a las personas así que eh estado pensado en tomar la profesión de Medimago, aquí esta por abrir un pequeño hospital mágico, mi abuelo estuvo trabajando en ese proyecto, lo encontré entre sus cosas hace unas semanas, su idea original es poder ayudar no sólo a los magos, si no a los squib y algún muggle muy enfermo.

- ¿Me harás decidir entre Hogwarts y tu? - dijo serio.

- No cariño, claro que no, jamás te haría eso, tu puedes irte a cumplir con tus labores mientras yo también trabajo.

- Es mucho tiempo Farah, estaremos muy distanciados aún viniendo en las fiestas será muy poco tiempo. Habrá que esperar a que termine el curso para volver a reunirnos como estamos ahora.

- En eso estoy de acuerdo, pero créeme que lo que siento por ti no cambiará nunca.

- Y lo que yo siento por ti tampoco, pero es igualmente un problema, Vasile sigue libre y los Carrow, no quiero que aprovechen mi ausencia. Los Carrow buscarán dañarme a como de lugar antes no tenía debilidades pero ahora sí, Hogwarts es seguro pero aquí... Vasile ya vino una vez y se que volverá, estas vulnerable Farah. Y si algo te ocurre yo no me lo perdonaría nunca.

- Entiendo tu preocupación, yo también temo por ti, pero es difícil esta decisión para mi, no me hagas escoger entre el hombre que amo y la medimagia, por que tú vas a ganar siempre.

- No te pido que lo dejes, puedes hacerlo en San Mungo, y compraremos una casa en Godric o Hogsmeade, yo iré todos los días a casa. Y cuando terminen las clases podemos regresar y tu puedes ayudar en el nuevo hospital tal como quieres. Por favor Farah.

- ¿Entonces si yo hago eso tu también puedes hacer algo por mi?

- Lo que sea.

- Vamos a casarnos. Aquí, ahora, solo los dos, no necesitamos nada más. Y luego iremos a cenar y disfrutaremos nuestra noche de bodas ¿que te parece?.

Su rostro era de total asombro, creo que jamás pensó que se lo pediría así..

- ¿Que ocurre? No quieres hacerlo?- pregunté

- No pensé me dirías eso, claro que lo quiero Farah, pero aun no creo que sea el momento. Ni las condiciones.

- No quieres casarte conmigo pero si quieres que yo vaya a donde tu estés como lo haría una esposa incondicional, en ese caso yo tampoco haré lo que deseas me quedaré en Estambul y tu iras a Hogwarts. Con permiso.-