Capítulo XXI

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Severus ha estado más apegado a su hija después de que Marcus se la llevara, incluso se ha olvidado un poco de mi, pero eso no importa, ante ella estoy dispuesta a perderlo todo, incluido a él, siempre y cuando el no fallé jamás.

- No quiero dejarlas , pero debo volver al castillo. -

- Bueno, Hogwarts no es un lugar para la bebé, y debemos evitar poner contra la pared a Minerva, ya bastante los otros profesores hablan de sus preferencias hacía nosotros, no queremos al Ministerio en colegio.-

- Vendré a verlas seguido, en cada oportunidad lo juro-

- Sobre eso, creo que es mejor que Aila y yo nos vayamos a Estambul mientras estas ausente, hable con el director del hospital y esta dispuesto a devolverme mi puesto y puedo llevar a la bebé, evidentemente ella no estará expuesta a nada, no quiero quedarme aquí sola.

- Farah es más complicado qué este visitando Estambul, se que quieres volver a la medicina pero se alejaran mucho, conozco al Director de San Mungo, puedo hablar con el.

- No, a San Mungo podre ir cuando ella esté más grande, no es tan tranquilo como el hospital de Estambul, por ahora ella necesita esa tranquilidad, aun que si somos realistas, lo que enverdad necesita es a sus padres juntos.

- Si me voy a Escocia y tu a Estambul eso será aun más complicado, no necesitas trabajar Farah y lo sabes bien, será mejor que se queden aquí.

- No, si tu te vas a Hogwarts yo me iré a Estambul. Y eso no voy a discutirlo.

- Odio cuándo tomas estas posiciones absurdas.-

- Así ¿y que más odias de mi? ¿A caso que mi cabello no es rojo, que mis ojos no son verde, que mi nombre no es Lily, que mi patronus no es una cierva? ¿Todo eso odias de mi?- dije molesta- Si yo no soy suficiente o no puedo ser capaz de darle sentido a tu vida eres libre de hacer lo que más te haga feliz, no puedo obligarte a quedarte tal como aquella ocasión en la que te marchaste.

Aila comenzó a llorar y Severus seguramente recordó aquel asunto qué habíamos dejado inconcluso. Yo me fui para verla y cerré la puerta.

- Mi pequeña princesa de luz, eres lo mejor que me ha pasado, tienes lo mejor de tu padre, hay cosas que aún duelen, fantasmas qué no nos abandonan, pero eso no significa que no los ame, los amo inmensamente, esa palabra solo puede ser utilizanda cuando algo es incontable, infinito, tal como lo que siento por ustedes dos, así que no hay motivos para llorar, mejor duerme y ten sueños hermosos que un día se harán realidad.- al terminar conmence a cantar una canción de cuna, lo cual ayudó a que se quedará completamente dormida otra vez. La miré mientras pensaba en que no podía alejarla de su padre cuando ella es tan feliz asu lado, mi frustración no afectaría a mi hija.

Sali de su cuarto para ver a Severus quien estaba afuera en el jardín...

-Me quedaré en casa con nuestra hija, no iré a ninguna parte. Así que puedes irte tranquilo, te veremos aquí siempre qué puedas. Saldré a comprar algunas cosas, cuida de Aila.- al darme la vuelta para dirigirme a la salida el comenzó hablar.

- Tienes razón Farah, tu cabello no es pelirrojo, es castaño obscuro, casi ébano, sedoso, que desprende un olor maravilloso siempre que lo acaricio, tus ojos no son verdes, son color miel, de los más hermosos y dulces que he visto jamás, tu nombre no es Liliane, es Farah, el qué para mi significa " Mi alegría y mi felicidad", tu patronus no es una cierva, es un murciélago majestuoso, que es por naturaleza un ser de obscuridad pero tu lo volviste un ser de luz. Yo amo y adoro cada parte de ti, lo único que podría apartarme de tu lado es la muerte y aun ella debera arrancarme de esta existencia a la que me aferro sólo por ti y por nadie más, de otro modo jamás voy apartarme de tu lado, vales los riegos y vales la vida entera.

Mi respuesta fue girarme hacia el nuevamente, lo miré y corri para abrazarlo, el me tomó con fuerza contra el, nos quedamos así durante un pequeño lapso de tiempo.

- Tu eres más de lo que yo podría merecer, ya comprendelo porfavor, deja de creer que ella es mejor que tú y peor aun, que yo te comparo con Liliane, en este mundo existen tantas como ella, pero tú, Farah tu fuiste dibujada fuera de las líneas, fuiste hecha para mi y para nadie más, me queda claro lo vacíos qué estaban mis brazos hasta que llegaste, y ahora que me diste el mayor regalo qué un hombre puede recibir, mi vida esta completa, claro que si quisieras agregar un obsequio más sería perfecto, no ahora, quizá en un tiempo más.

Yo solo reía ante lo que decía, era de felicidad.....

- Te prometo que te daré otro hijo cuando sea el momento indicado amor. Por otro lado, recuerdo que alguna vez me dijiste que era tu deseo poner una tienda de posiones eh ingredientes, no es tan glamouroso cómo ser subdirector en Hogwarts, pero podríamos quedarnos juntos, yo puedo poner un consultorio junto a tu tienda o lo más cerca posible, así ya no tendríamos que tomar estas decisiones y alejarnos dejaría de ser opción, en verdad no sabes cuan cansada estoy, quiero una vida tranquila a tu lado.

- Farah...yo....-

- Sólo piénsalo ¿si?, se que Hogwarts es tu hogar, lo ha sido toda tu vida, pero debemos continuar nuestro camino, Estambul era mi casa y lo dejé sin pensar para seguirte y permanecer a tu lado, por que mi casa y mi vida están donde tu te encuentres. Te pido que lo consideres por Aila y por mi, nosotras te necesitamos.

Severus solo acento antes de besarme.

- Las amo, y por ustedes haría lo que fuera, te prometo que mientras este en el colegio pensaré seriamente en ello, pero mientras tanto, quiero estar seguro de que este tema de la madre de Potter se termino, ya no quiero que eso te atormente y que siga destruyendote así. ¿Necesitas qué quite todos sus recuerdos de mi mente? Lo haré si me lo pides.

- Te prometo que haré lo que deba para alejar todo lo que me atormenta, pero insisto en que te necesito conmigo, necesito que sigamos a delante, no más Estambul, no más Hogwarts, solo nosotros amor, ya no quiero que sigamos aferrándonos al pasado, a las vidas qué teníamos antes de conocernos, yo ya no soy la Farah qué era antes de encontrar al amor de mi vida,  a este hombre que me vuelve loca y que jamás dejaré de amar, ¿lo entiendes verdad?.

- Lo entiendo perfectamente, pase de ser el profesor terrible,respetado y amargado,a un hombre débil y dependiente de una jóven hermosa, con la que termine casandome y que además me dio una familia.

- ¿Si sabés qué aun que me destruyeras mil veces yo estaré aquí siempre?

- Lo sé.

- Te amo Severus Snape -

-Tambien te amo Farah Valerius, bueno, aun que en teoria eres Snape.-

- Me encanta que lo digas y que me lo digan, Sra Snape.

Volvimos a besarnos, los besos de este hombre son como una droga, no podría vivir sin ellos....

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