¿Dónde estabas?

Capítulo XIX

Si más a los pocos días de visitar a los Malfoy fuimos directamente al ministerio para casarnos, sólo Severus y yo.

- Mis queridos magos estamos por terminar, ¿hay algo que quieran decir antes de concluir?.

Severus me miro....

- Si yo quiero decir algo- dije segura, me giré mire a Severus- Yo nunca olvidare la primera vez que vi,mi mirada me delató, lo que para ti fue una mirada desafiante en realidad era la de una tonta que acababa de conocer al amor de su vida, no se si tu mueras por mí, pero yo puedo asegurar que vivo por ti Severus Tobias Snape Prince. Te amo y lo haré hasta mi último aliento, por que no importa si muero hoy o en cien años, todo este tiempo te pertenecere y nada ni nadie podrá arrebatarte eso. Ojalá pudieras comprender una ínfima parte de lo inmenso que es este amor y que cada día que pasa te grita, estoy aquí.....- dije llorando y abrazandolo con fuerza.

- Mi amor, mi esperanza, mi todo en este mundo , ojalá existiera una palabra que describiera todo lo que siento por ti, sólo tú puedes hacerme sonreír, sólo en ti puedo confiar, y sobre todo sólo a ti te daría mi vida sin pensarlo, ahora soy leal a tu existencia, a tus preciosos ojos y a esa sonrisa que me devolvió la vida, eres la fuente de mi magia y mi existencia, deseo que esta vida me alcance para demostrarte cuanto te amo, de otro modo te prometo que te buscaré en la siguiente para continuar amándote.- Dijo Severus sin soltarme, cuando lo mire pude ver cómo por sus mejillas caían lágrimas.

- Las palabras que salen del corazón son las que llegan al alma, me da gusto ver que aún existe un amor tan grande, me han conmovido.- dijo el juez que estaba casandonos- Sin más que agregar, los declaró marido y mujer.

Severus me beso con tal emoción que me levantó del piso. No podía dejar de sonreír.

Salimos hacia las chimeneas para ir a comer...

- Farah ¿esto es suficiente? No quieres una boda más grande.

- Amor,no te preocupes por esas banalidades, me case con el amor de mi vida, con el padre de mi bebé, no necesito nada más, se que mi familia estuvo presente y ellos están felices por nosotros, pero si quieres hacer algo más por mí, quiero una enorme rebanada de pastel de limón.

- Tus deseos son ordenes...-

Cómo estábamos en Londres aprovechamos para hacer diversas cosas, nos encontramos con alguien que para ser honesta habría deseado nunca encontrar.

- ¡Profesor!

- Potter ¿que estas haciendo aquí?

- Vine a comprar unas cosas que necesitan mis hijos, ¿quiere conocerlos?, James Sirius, Albus Severus y Lily Luna.

Yo sólo miraba ya escena a unos metros, el día de hoy era mío y el hijo de Lily tenía que aparecer....

- Ya veo, así que era verdad que le pusiste a uno de tus hijos mi nombre.

- Bueno cómo ya lo platicamos en aquella reunión, lo merece profesor,además del amor incondicional que le tuvo a mi madre. Dígame ¿qué hace por aquí?.

- Bueno en realidad..... ¡Farah, puedes venir por favor!...

Yo sólo caminé forzadamente.

- ¿Que ocurre? - dije al llegar.

- Potter, ella es Farah, es mi esposa.-

Miraba a ese muchacho y no podía evitar recordar cuando encontré a Severus con la foto de Lily, su mirada es muy similar.

- Hola Harry, al fin nos conocemos, un gusto.

- Hola Farah, es un placer, no puedo creer que el profesor esté casado.- decía incrédulo.