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Un nuevo día, me levanto hago mis cosas, me cambio y bajo a comer algo dejen que les ponga al tanto

Soy Leandro Mancini tengo 21 años, soy multimillonario, el hombre más cotizado por las mujeres,dueños de las mayores empresas de arquitectura,Rey de la mafia, más conocido como el demonio italiano, y como no con un físico invidiable, vivo en Italia, solo que hoy estoy acá en Estados Unidos, por unos asuntos de la mafia

Encontré un capricho, en una reunión ya hace unos meses, me encontré con una hermosa chica, sus ojos color café, que me hipnotizaron, su cabello negro, llega un hasta sus codos, y un hermoso cuerpo

Volviendo a la realidad, bajo a la cocina y ya está mí desayuno servido como algo, al terminar me dirijo a mí empresa

Buenos días señor -saluda Marta, mí secretaria ya hace un gran tiempo-

Buenos días, hoy deja que pase el señor Smith -digo, ella asiente y entro a mí oficina, no pasa mucho tiempo, tocan la puerta

Pase -en eso entra Marta y el señor Smith, ella se retira y el señor se sienta-

Señor Mancini, no tengo el dinero -habla bajo y apenado- justo lo que quiera escuchar-

Sabes que en la mafia, cuando no se salda la deuda, se paga con muerte -le digo, con un tono neutro y frio-

Señor por favor le ruego, tengo familia, no me mate -me ruega, listo caíste en mí trampa y yo creía que sería más difícil-

Rogando no triunfe en la mafia -digo, y si es verdad, tuve que esforzarme al máximo para ser quien soy-

No hay que pueda hacer, cualquier cosa -me mira con desesperación-

Listo lo que necesitaba, ella es un capricho y todo lo que quiero lo obtengo y ella no será diferente, Casarme ayudara mucho, más que necesito ese matrimonio para heredar la fortuna de mis padres

Ellos infelizmente murieron y para que pueda heredar lo que me dejaron, pusieron una clausa, y esa era que mientras no estaba casado, no podria acceder a la herencia, ellos sabían que el casamiento no era lo mío.

Para su suerte hay una opción, pero no creo que le gustará -el me mira confundido- su hija, si me caso con ella, usted queda libre de la deuda y puede continuar con su empresa

No, ella no -dice en tono firme- cualquier otra cosa menos ella.

Es ella o su muerte, o cree que nosé que, toda lo que perdió fue por culpa de su obsesión por apostar -le digo y me mira sorprendido-

Está bien, solo que no le comenté nada, yo me arreglaré con ella, le espero en casa hoy -dice,me pasa la dirección y se retira-

Decido salir a caminar y choco con alguien, no le prestó mucha atención ya que también fue mí culpa, ella si disculpa y yo igual, y decido volver nomás a la empresa, Termino de hacer todas mis cosas y salgo de la empresa, llego a casa, me baño y me pongo otra ropa, salgo afuera de la casa y ya está mí chófer esperando, al entrar nos dirigimos a la casa de mí futura esposa

Llego, tocó la puerta y me recibe una señora, paso adentro y nos dirigimos a dónde se encuentra Isabella y si allí estaba ella, hermosa, ese vestido negro, le queda espectacular, así que decido acercarme a ella

Un gusto verla de nuevo me presento soy Leandro Mancini, me conocen también como el "Demonio italiano", pero Isabella, pronto podrás llamarme esposo, entre otros apodos cariño -remarco la última palabra y sonrio, es para que sepa quién va ir dando las órdenes en el casamiento-

Su padre hace que pasemos a la sala y como no me gusta que den vuelta en los asuntos, empiezo a hablar

Bueno como ya saben, vamos directo al punto, luego de la boda nos iremos a Italia y viviremos, le ayudaré con su empresa y todos felices, la boda será mañana -ella se sorprende un poco, luego de eso paso a hablar con su padre-

Gracias por no decirle nada, con el tiempo se lo diré -dice, seguimos un rato más hablando y salgo para volver a mí casa-

La noche paso tan rápido que en este momento, ya le dije acepto al padre y ahora le toca a ella, Isabella se ve tan hermosa con ese vestido,escucho que el padre le hace la pregunta

Muy bien, ahora Isabella Smith, acepta a Leandro Mancini, cómo esposo, y promete amarlo, respetarlo, serle fiel, hasta que la muerte los separe -dice el padre-

Ella tarde en responder el cual, me deja muy impaciente y con ganas de sacudirla para que reaccione, hasta que dice acepto.

Lo que Dios unió, ni el hombre lo separa, puede besar a la novia -entonces la agarre por la cintura y la bese, esos labios que tanto quería probar, los aplausos hacen que nos separemos

Luego de todo eso, ya estamos despidiendo, no prestó mucha atención ya que odio las despedidas son falsas y siempre está la que llora aunque te quiere bien lejos.

Luego de todo eso subimos al avión, me dedico a firmar algunos papeles y entre otros, hasta que la observo y se ve tan inquieta, entonces hablo con ella, después nos hacemos unas preguntas, hasta que ella queda profundamente dormida, fue cuando la observe mejor y me di cuenta que tengo lo que no quiera, una debilidad que era ella y ni se cómo llego a ese punto, luego me duermo.

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