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Me despierto con una sonrisa en mí cara, al acordarme como le dejé todas las cosas en claro al idiota que tengo como esposo.

Hago mis necesidades y me cambio, bajo a la cocina y hay un papel en la mesa

Cambiate y veni con los de seguridad, te voy a presentar a los socios como la reina de la mafia

Att:Leandro.

Reina, quien lo diría, subo y me cambio, por una ropa que consiste en uno pantolone estilo militar y un top color negro y botas militares, mí cabello lo dejo suelto y me hago un maquillaje, pero no mucho ya que no me gusta tanto.

Al bajar me encuentro con los de seguridad, ellos en ni un momento hablan, llegamos a los autos y el chófer empieza a manejar a tal dicho lugar, llegamos y los de seguridad se aseguran que todo esté en orden y entramos a la empresa, luego de subir hasta el último piso, llegamos a la dichosa oficina. Al entrar todas las miradas se centran en mí, pero solo una me llamo la atención esos ojos azules, con una sonrisa en su rostro que hacen que recortar escalofríos por mí cuerpo

No sabía que cualquiera puede interrumpir la reunión señor Mancini -comenta un viejo- Pero está muy hermosa, me la puedo llevar por hoy y luego la devuelvo -me mira con lujuria, todos se ríen, menos el, el cual si no le dice nada lo haré yo-

No soy cualquiera -mi voz sale en un tono neutro que hasta a mi me asusta, mirándo fijamente a ese viejo-

Perdón, no sabía que las prostitutas tenían un nivel, debe ser algo nuevo en el mercado -sonrie-

Si lo fuera no sería tan estúpida, para estar como un viejo como usted -sonrio- seguro está tan herido por no tener a alguien en su cama que a cualquier mujer, le está diciendo prostituta  -todo se quedan callados, el viejo se levanta con intención de golpearme, hasta que alguien habla-

No te atrevas a tocarle, por qué le aseguro que de aqui no sale vivo, señor Miller -dice Leandro, con una voz que hasta los huesos sienten esa amenaza, después de todo se digna a hablar-

Tan importante es esta, para usted,déjeme le enseño algunos modales y luego la devuelvo de la mejor forma posible, si es es posible -dice-

Está tiene nombre y le voy a decir para que quede bien grabada en su mente -todos me miran- lamento no poder presentarme soy -me interrumpen, en esta oficina tiene la mania de interrumpir-

No necesitas presentarte no eras tan importante, nosé ni como pudiste entrar, pero no volverá a suceder, hablaré yo misma con los de seguridad y le pedire que la saquen de aqui -habla una chica rubia, y todos asienten-

Como ya les dije, soy Isabella Mancini -todos en la sala me quedan mirando, Leandro no dice ni una palabra-

No sabía que tenía una hermana señor Mancini -la cara de la chica es un poema total, ni idea lo que está pasando por su mente-

No es mí hermana -responde el-

No,soy su esposa -todos me miran con más asombro, Leandro se levanta y me agarra la cintura-

Les presento a la reina de la mafia italiana, mí esposa, acá todos las respetan o no salen vivos, me escucharon -todos asienten- Mike ya sabes que hacer con el señor Miller

No por favor, le pido perdón no sabía quién era usted - está temblando y no lo juzgo también lo haría si me dicen eso-

Ni que ella le perdone, cree que soy tan tonto para no darme cuenta que me estuvo robando, Mike quitalo de mí frente -en eso alguien entra y se lleva a ese señor, todos en la sala de retiran sin antes pedir perdón, menos la rubia

Tengo que hablar con Marcos y ya voy puedes adelantarte si quieres -asiento y me retiro, encontrándome con la rubia, algo hace que desconfíe de ella y nosé que.

No es que las rubias sean malas siempre, solo que está parece rubia teñida de esas que si te descuida te clava un cuchillo por la espalda.

Unidos Por Un Contrato ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora