Cap. 05 - El festival

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Siguió con su actuación, se supone que era un festival en honor a los cielos para que el reino tenga paz y prosperidad, debía dar 5 vueltas y a apenas iba en la 3ra donde se suponía que "luchaba" contra un demonio el cual estaba representado por Mu Qing, estaba cansado, no había visto a los reyes, todas las túnicas eran pesadas y la espada aún más, nadie le dijo nada inmediatamente después de vestirse lo subieron a la plataforma así que esperaba pacientemente hasta terminar sin colapsar.

Entonces, como recordaba, en uno de los edificios altos del lugar divisó como un niño iba cayendo a lo que se supone sería su muerte, en ese momento todo su cuerpo reaccionó y se dirigió a tratar de salvarlo.

Por fortuna el pequeño cayó en sus brazos y no contra el suelo.

Entonces el sistema lanzó un aviso.

《¡Felicidades!, ha cambiado un evento de la historia +150 puntos. Puntos de frescura: 50. Puntos B actuales: 450. ¡Por favor continúe así!》

Se sorprendió, no pensó que este niño tenía tanta relevancia en el futuro de la novela, sólo esperaba que no fuera nada malo, debería tener unos siete u ocho años que temblaba incontrolablemente como un ciervo recién nacido, Lian lo miró detenidamente con una sonrisa, su vestimenta estaba deshilachada y su cabeza estaba llena de vendas sucias, de pronto apareció un gran ojo de color negro que reflejaba la sombra de una figura blanca como el jade sin parpadear como si fuera lo único que existiera en el universo.

Escuchó al público jadear, su respiración se cortó y sus ojos se abrieron, no muy lejos de él su máscara de oro se había caído.

Aterrizó con aquel niño en tierra firme, Lian sintió que su oportunidad de poder limpiar el honor del personaje en el que ahora se había convertido se había esfumado. Su corazón empezó a acelerarse cuando a lo lejos pudo visualizar la figura de los reyes, que aunque estaban un poco borrosas sabía perfectamente quiénes eran.

Miró hacia las personas, todos estaban en silencio y lo miraban aturdidos. Confundido siguió su camino.

Terminó su actuación aún con el casi bebé en brazos además del disturbio entre los actores, músicos y los gritos de una persona que estaba sentada cerca de los reyes.

Una vez que el evento terminó pudo respirar sin tanta dificultad.
-Oh dioses, estoy demasiado agotado.

Mu Qing quitó su máscara y dió un gran suspiro, aunque no se quejó del cansancio.

Cuando Feng Xin miró a Xie Lian notó que el niño aún seguía aferrado a sus pulcras túnicas marchándolas con sus manitas sucias.

-Su alteza, ¿planea al traer al niño?

El niño estaba en silencio, temiendo hacer cualquier ruido incluso con su respiración, Lian respondió de manera tranquila -¿Qué esperabas que hiciera? No iba a dejarlo tirado en la calle, podrían hacerle daño, es muy pequeño para estar solo.

Movió al niño hasta hacer que lo mirara fijamente y habló casualmente.

-¡Hola! ¿Cuántos años tienes pequeño?, ¿sabes dónde está tu casa o tus padres?.

El niño no se movió ni parpadeó, tampoco hizo algún comentario. Xie Lian siguió preguntando -¿cómo es que te caíste antes?

-Su alteza, tal vez esté asustado y por eso no quiere hablar- respondió Mu Qing ante el silencio del niño.

Lian lo atrajo a su pecho y le dió palmadas en la espalda y la cabeza para tranquilizarlo.

-Feng Xin, busca a alguien que lo ayude a salir sin ser notado y revísalo, puede estar herido, tiene muchas vendas.

-Está bien, yo lo hago- Feng Xin se acercó e intentó recoger al infante.-Su alteza ¿por qué no le deja ir?

-¿Qué?

Xie Lian miró hacia abajo un poco confundido y rió con ganas, resulta que el niño estaba desesperadamente agarrado a sus mangas queriendo quedarse, como un bebé que se aferra al calor de su madre.

Todos los presentes en el Segundo Pabellón Real rieron al ver cómo Feng Xin intentaba agarrar al muchacho.

-Basta de bromas, el sacerdote principal está enojado, Su alteza, es mejor pensar cómo va a calmarlo después.-dijo Mu Qing ante el bullicio.

Lian estuvo confundido al inicio, no había visto a esa persona y no fué mencionada en la historia original no sabía cuál era su temperamento ni cómo reaccionaría ante él, lo imaginó como un viejo barbudo que se arrastra con un bastón y la simple imágen le hizo poner nervioso.

《Segunda misión: Calmar al maestro.
Puntos B:70》
《ACEPTAR》《ACEPTAR SIN GANAS》

Eliminando A Las Escorias [HuaLian/LuoShen/Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora