Capítulo 11

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"¡Vaya, grosero!"

"Dean, ¿qué estás haciendo?"

Dean miró a Sam.

"Él se parece a mi." Dijo, su voz acusadora.

"¿Lo hago?" preguntó Nate aún confundido.

Pero Sam no lo estaba. Pensó que estaba imaginando el parecido anoche. Pero al verlos a ambos juntos, era evidente. Y con Nate vistiendo la franela de Sam debajo de una chaqueta de cuero, se parecía lo suficiente como para hacerse pasar por el hermano de Dean, más que Sam. Sus hombros se hundieron.

“Dean, no es así. Por favor, déjalo pasar”, suplicó.

Nate parecía más confundido.

“Pensé que finalmente sacaste la cabeza de tu trasero y aceptaste la realidad. Seguido adelante. Yo estaba feliz por ti. Pero tú fuiste y encontraste una jodida réplica mía. ¿Estás realmente tan desesperado, Sam? ¿Cómo crees que me hace sentir esto, eh?" escupió las palabras entre sus dientes.

"Entonces, ¿es esto como una vieja situación de romance en el lugar de trabajo?"

"NO. No, Sam aquí, quería jugar a lo que hacen los papás por las noches. Y aprendió recientemente que nunca va a suceder. Ahora te está usando como mi reemplazo. Así que deberías irte antes de que haga algo de lo que me arrepienta." Dean gruñó, con el rostro torcido con desdén, la mano temblando como si estuviera tratando de resistirse a alcanzar su arma.

Sam instintivamente se movió frente a Nate ante la amenaza, protegiéndolo de Dean.

Pero Nate no se inquietó en absoluto. Tomó la mano de Sam y se acercó a él. Se puso de pie en toda su altura mirando a Dean.

“¿Y qué si lo es? No me importa ser el rebote. Sam es genial, me gusta y, por las razones que sea, yo le agrado. No voy a juzgarlo o abandonarlo porque tiene un tipo”.

El corazón de Sam se derritió en un charco ante la muestra de apoyo, tan fuera de lugar como estaba. Nate lo estaba defendiendo. Estaba de pie a su lado. Sam agarró su mano un poco más fuerte en un silencioso gracias. Nate le sonrió, sus ojos decían 'está bien', y besó suavemente su mejilla para probar el punto. Sam se inclinó hacia él, cerrando los ojos para saborear la sensación y contener las lágrimas que amenazaban con caer.

Nate se volvió hacia Dean, que los miraba con el ceño fruncido. “Por cierto, este es el siglo XXI, hombre. La homofobia ya no está de moda”.

Sam sabía que había tocado un nervio. Dean estaba absolutamente furioso. Quiso defender a su hermano que aceptó su bisexualidad con los brazos abiertos, pero ¿qué puede decir? ¿que no es homófobo, simplemente no está a favor del incesto?

Por un segundo, Sam pensó que Dean iba a golpear a Nate. Cambió su postura para recibir el golpe, por si acaso. Pero Dean no lo hizo. En cambio, dijo con una voz inquietantemente tranquila:

"Soy su hermano, imbécil. Está enamorado de su hermano de carne y hueso”.

Sam se puso pálido. Todo sucedió en cámara lenta, como una película. Escuchó un suave jadeo cerca de él. Sintió que Nate apartaba su mano y daba un paso atrás.

"Sam, ¿es eso cierto?"

Sam no pensó que Dean lo diría así en voz alta. No a nadie. Especialmente a un extraño como Nate. Pero lo hizo. Y Sam no puede hacer nada al respecto. El daño ya está hecho.

Su silencio debe haber sido respuesta suficiente.

“Oh, Dios mío”, susurró Nate. Sam no tuvo el coraje de mirar hacia arriba. No quería que la imagen de ambos hombres mirándolo como si fuera una alimaña se grabara en su cerebro.

"Eso está mal, Sam". Eres un maldito enfermo, Sam. Su cerebro tradujo para él. “Necesitas ayuda”, dijo mientras recogía sus cosas. “Por favor, nunca intentes contactarme” Nate salió por la puerta antes de que pudiera parpadear.

Y el sueño se acabó. Así.

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NA: Continuará.

NT: Tengo el permiso de la autora, recuerden pasarse por la historia original, el link está en la descripción y aquí: https://archiveofourown.org/works/31628336/chapters/78269327

Hate And HeartbreakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora