Sam ha estado enamorado de su hermano durante casi una década y no cree que Dean pueda volver a amarlo. Un Djinn lo atrapa en un mundo donde todos sus deseos se hacen realidad.
***
"¡Buenos días solecito!"
Sam abrió los ojos con un gruñido, parpadeando ante la silueta que lo salvó de despertarse por el fuerte sol que se metía por la ventana. Su visión tardó unos segundos en adaptarse a la luz y el rostro que estaba a siete centímetros frente a él se enfocó. Fue recibido por una gran sonrisa y los brillantes ojos verdes de su hermano.
"Ah, ahí está. Vamos, bebé, ya has dormido lo suficiente. Arriba".
Sam se sienta contra la cabecera y frunce el ceño. ¿Dean lo acaba de llamar bebé? Extraño. ¿Y por qué se inclina tan cerca? Su ceño se vuelve más profundo cuando mira a su alrededor. No se parece a ningún otro lugar que hayan ocupado antes. Es agradable y limpio por una vez y tiene una cama increíblemente buena y un sistema de calefacción que funciona si el calor en el aire es una indicación. Aquí no es donde se quedó dormido. No entra en pánico porque Dean está con él, pero se siente muy desorientado.
Sam entrecierra los ojos y se vuelve hacia su hermano, que ya no es una silueta. ¿Cómo se dejó crecer la barba Dean de la noche a la mañana? Su pelo es más largo también. ¿Sam quedó atrapado en coma? El despertador de la mesita de noche marcaba la fecha correcta sin lapso de tiempo. Su inspección y el resto de la confusión se borran de su cabeza cuando Dean cierra el espacio entre ellos y besa la comisura de su boca. "Llegas tarde al trabajo". Murmura contra sus labios antes de besarlos por completo.
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Sam le devuelve el beso por instinto. Las campanas suenan en su cabeza y todo su cuerpo comienza a hormiguear por la sobrecarga sensorial para la que no estaba preparado. Tiene el más espeluznante déjà vu como si esto no fuera nuevo y conoce el arte de besar a Dean de memoria a pesar de no haberlo hecho antes. Él sabe lo que se siente cuando su vello facial le hace cosquillas en los labios y la barbilla. Sabe el momento exacto en que Dean inclinará la cabeza, cuando morderá su labio inferior y cuando sus dedos se asentarán en su barbilla para abrirle la boca. No debería saber todo esto, pero lo sabe. Se aleja de mala gana después de unos segundos, pero Dean simplemente mantiene su rostro inmóvil y tira de él para perseguir otro beso y no lo deja ir hasta que se ha saciado. Para cuando eso sucede, Sam está jadeando fuertemente tratando de no desmayarse. Él lo mira fijamente, temía que el sueño terminaría si parpadeaba. El impacto de todo esto está haciendo que su cerebro vaya más lento y sabía que iba a tener un ataque de pánico en un futuro cercano, si no en los próximos minutos, o todo esto es un sueño y se va a despertar.
Dean lo miro expectante como si estuviera esperando que Sam dijera algo. "¿Buenos dias?" Se ahoga mansamente, sin saber qué más decir. Dean frunce las cejas al ver su rostro, haciendo un ligero puchero de decepción, pero rápidamente se convierte en preocupación. "¿Estás bien, Sammy?"
"Solo un dolor de cabeza". Miente sin saber por qué miente. Sin embargo, no es una mentira total, porque su cabeza realmente está latiendo como si tuviera la resaca más horrible del mundo.
"Me preguntaba por qué no te despertaste antes que los gallos para molestarme". Dean frunció el ceño, le quitó el cabello de la cara y comenzó a frotarle el cuero cabelludo con la cantidad justa de presión. "Te dije que no volvieras a quedarte despierto hasta tarde con tus estúpidos libros". Lo regañó, sacudiendo la cabeza con exasperación. Sam cerró los ojos y murmuró, perdido en el toque relajante, sintiendo que su dolor de cabeza se desvanecia lentamente. Pero el masaje pronto se convirtió en algo más cuando la mano se deslizó hacia su nuca, agarrando un puñado de cabello y jalando.
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Hate And Heartbreak
FanfictionDean descubre que Sam está enamorado de él. Dean está enojado y disgustado. Sam está herido y deprimido. ¿Dónde deja eso a los Winchester? Punto de vista Sam. . . . "Sabes que nunca te haría nada, ¿verdad? Sigo siendo el mismo Sam, Dean. El mismo he...