CAPITULO 8: MI MADRE.

10 1 0
                                    


Un viernes mi papá y yo terminamos de ver 5 series, estábamos en pijama y comimos puras botanas, estábamos muy felices pero no duró mucho tiempo. Tocaron a la puerta y, no creerán quien era; exacto, mi madre y mi hermano Thomas. Los reconocí al instante pero no por el físico sino por su peculiar olor.
Todos tenemos un olor que nos caracteriza, así algunas personas y me incluyo, podemos reconocer a las personas.
Mi hermano me abrazó enceguida, ya que después de tantos años sin vernos, me extrañaba mucho. En cambio mi madre se me quedó viendo, la típica mirada juzgona, me veía de arriba para abajo, me daba mucho estrés que hiciera eso.
Los tuvimos que dejar entrar aunque no quisiéramos pero todo por educación. Thomas me preguntó muchas cosas respecto a la escuela, que voy a estudiar y así. Mamá me preguntó cómo pagamos esta casa tan grande. Era obvio, mi madre solo vino para juzgarnos, pero no iba a quedarme callado, así que llamé a Zareg y se los iba a presentar.
–Zareg, ¿Puedes venir un momento por favor? Quiero que conozcas a alguien– mi hermano y mi madre solo se me quedaban viendo, porque solo hablaba al “aire”, pues era obvio ellos no conocían al precioso demonio.
Cuando bajó mi madre casi se desmaya y mi hermano se hizo hacía la puerta, preparado para salir corriendo, mi padre y yo solo estábamos riendo, mientras Zareg también empezó a juzgar con la mirada a mi madre, es tan inteligente. Les presenté a Zareg y fué cuando notaron el collar.
– ¿Por qué traes ese horrible collar Jack? Pensé que te enseñé de moda– y si, fue mi madre
– Lo trae por su bien señora pendeja, además tampoco le incumbe– como amaba a Zareg.
Mi madre no soportó más tiempo con nosotros y decidió irse, yo solo pude abrazar a Zareg y agradecerle por lo que hizo.

La  vida de Oliver Jack Donde viven las historias. Descúbrelo ahora