vida personal

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Hoy era la reunión de me graduación pero...

La fiesta es un desastre
mi mejor amiga no llego
Lo peor de todo es que mi padre que era mi padrino tampoco llegó. Se fue a trabajar y no volvió.

Use un hermoso vestido blanco pero lo acabo de pisar y está roto...

Estoy enojada.

Mi tío se queja de mi humor, me dijo amargada y mala.... El no entiende que estoy triste....

Me molestó

Salí de la fiesta con lágrimas en mis ojos
Llegué a mi casa, en el portón me recibió mi perro, el parece darme animo el no comprende lo que me pasa ya que pasé de largo ignorando lo... Estaba al punto del llanto...

Tropecé al entrar a mi casa y tire las llaves, entre a mi cuarto perseguida por mi perro y cerré la puesta para ponerme adelante del espeso y ver mi rostro lleno de decepción, tristeza y dolor.

Y grite... Grité... Y grite mucho

Era un grito silencioso ese que se forma un nudo en la garganta y no te deja respirar. Ese que no deja que nadie sepa que estás llorando, que estás con rabia, el grito que nadie escucha ya que es mudo y la gente es sorda.
Es este caso mi familia es sorda.

Y así el grito ahogado se escuchó salir  sutilmente de mi cuarto, me había tapado la boca con una camisa de mi hermano menor, mis lágrimas salieron mientras los pensamientos suicida se apoderaron de mi.

En ese instante me acordé que.

En mi almohada hay una navaja

En mi cosina cuchillos filosos

En el cajón de mi cómoda había 47 pastillas de diferentes tipos. Listas para ser ingeridas.

Realmente lo haría hoy?

Es lo que me pregunte en ese instante

He de morir hoy??

Le temo al dolor...
Por ello decidí tomar las 47 pastillas y dormir hasta no despertar...

Necesitaba agua

Al intentar salir de mi cuarto pisé accidentalmente la cola de mi perro. Este se quejó del dolor. Y reaccione, me trajo en si, me volvió a mi mundo estable, dónde tengo que soportar todo y sonreír.

El quejido del perro me hizo disculparme con el. Ya que lo había lastimado y el sintió dolor...

La muerte es dolorosa

... El miedo me invadió ...

Se que Tengo miedo... Pero no es a la muerte... Le temo al dolor.

Es lo que pensé antes de sacarme mi vestido blanco y cambiarme de ropa a una normal. Pantalón azul y una blusa, específicamente negra. Me calme y volví a ver mi cara en el espejo y está estaba rojo, no podía llegar a la fiesta con este aspecto por ello me dirijo a la habitación de mis padres para tomar el maquillaje de mi madre y cubrí todo rastro de agonía, tristeza y desesperación.

Tome las llaves del suelo, acaricie a mi perro, coloque una sonrisa en mi rostro y salí de mi casa con las siguientes palabras en mi mente:

Es hora de comenzar de nuevo.


Amigos eso paso hoy. Mi vida no es feliz en absoluto.

Me despido de ustedes.

No sé porque lo eliminé esa ves

Tokyo Revengers/  Embarazo En BontenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora