Día 2: "Chispa juguetona"

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Día 2: Beso

Después de la universidad Najimi terminó arrastrando a su amigo más responsable con él, en especial porque salían casi al mismo tiempo e irían a una feria con muuuuchos entretenidos juegos de azar, eso les pasaría factura a ambos amigos en algún punto de la noche, específicamente a orillas de los puestos.

—Hitohito...dámelo.

—No, ya jugaste demasiado, no más oportunidades, vas a terminar haciéndote adicto y tú mismo me pediste detenerte.

—¡Pero-!

—Pero nada Nashi, ya basta.

—Aaay — se quejó con intención juguetonamente exagerada. —¿Por qué me cuidas tantooo?

—Porque a veces me preocupas y segundo: tú me lo pediste. —Najimi deshizo su expresión para cambiarla por completo a el alce de ambas cejas, preparó su sonrisa para su siguiente línea y se tocó el mentón de manera burlesca.

—Uy no, pues que hombre tan responsable Hitomatito~ me provocas~

—¿Qué-? —Reaccionó rápido y levantó ese monedero con todos los reflejos de un jugador de futbol americano. —Me vale lo que me digas para distraerme. — Ups, el pez no mordió el anzuelo. Najimi agachó un gesto de derrota.

—Okey okey, mi ambición ha sido vencida otra vez... — Hitohito se relajó y después le alzó una sonrisa casi orgullosa.

—¿Ves? Me alegra que hayas- — lo siguiente que pasó fue que Osana pegó un salto de rana que le hizo agradecer a Tadano estar al lado de un jardín, el impulso para escalar del pelilila fue tanto que cuando enredó sus piernas en la cintura de Hitohito para alcanzar el monedero, el inevitable e imprevisto peso les arrojó sobre el suelo relativamente blando del pasto y más que otra cosa, cualquier persona a kilómetros vería que la mitad de la cara de Tadano estaba conteniendo la respiración bajo alguna parte del pecho de Najimi que nuestro héroe no quiso conocer por los ojos, manteniéndolos cerrados y apretando con fuerza.
El particularmente llamativo forcejeo lleno de pataleos, esculcones y jadeos de clara molestia sería en vano si el pelinegro no pensaba en algo pronto. En un intento desesperado por no darle el monedero de Pikachu al equipo Rocket, Hitohito abrió el cuello de su yukata justo en su pecho rápidamente y lo ocultó para abrazarlo bajo sus palmas. — ¡Ugh! ¡Najimi por favor! ¡Si no vas a cooperar no me pidas ayudarte! — Las personas que estaban pasando por allí ¿Siquiera existían?

...

Osana dejó salir un jadeo frustrado más y ya no pudo seguir. Alzó el rostro y bajó    todo su peso sobre el pecho de Tadano, mínimo ahora deseaba molestarlo por ser tan buen amigo, responsable y dulce. Tadano se quejó por la manera en la que su peso le sacó el aire. La mueca de su particularmente apostadora amiga se conservó incluso al quejarse.

—Ash ¿Qué te pasa? ¿Lo hiciste a propósito? ¿Acaso me vas a regresar mi monedero moneda a moneda por beso?~ —Le dejó sus manos ya sin fuerza en el pecho del pelinegro.

—Ay como eres, que no...

—¿Un besito?~ ¿Besito?~ —Tadano desvío la vista y el rostro nervioso.

—¿Nunca te hartas de jugar así? Te advierto, si te acercas más, y te beso, n-no te gustará...

—¿Y sí yo también quiero?~ ¿Por qué crees estar tan segur-? — Ahora fue Najimi quien terminó por dejar de hablar gracias a la poco usual impulsividad de Tadano.

Osana mantenía sus párpados abiertos todavía de la impresión de que su amigo de la infancia cumpliera la primera parte de su amenaza, solo esa... resultando en un beso que no podía hacerle figurar menos que era sorprendentemente suave, una considerable chispa detonó dentro de su cabeza y saltó hasta su pecho de ida y vuelta a su cerebro. Aceptó el gesto cerrando los ojos, queriendo experimentar una lamida de Hitohito, y en cuanto Osana movió su lengua, obtuvo lo que quería como si la lengua de su amigo bien y hubiese actuado por mera inercia a sus movimientos. Por su lado, Tadano tenía muchos pensamientos revueltos entre el por qué lo decidió y la visión tan sedosa de los labios contrarios que justo ahora estaba comprobando que nunca fue una exageración de fantasía, la sensación no era algo con lo qué conformarse, no, en la perspectiva tan personal de Hitohito, el beso es todo lo agradable que podría esperar, era algo tan idóneo que incluso era dulce, la boca de Najimi besaba al igual que cómo hablaba, de manera traviesa y con intenciones tan precipitadas a momentos que quizá y podría ser una mentira.

"Barriga de atún" (Najimi x Tadano) {Komi-san no puede comunicarse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora