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Sus pies temblaban demasiado, los subia y bajaba creando un sonido algo estresante, sus manos se encontraban en su boca mordiéndose las uñas sintiendo en su cuerpo grandes toques, mas en su estómago, eran algo como mariposas, pero estas mariposas no eran de amor, eran de nervios, estrés y miedo. Eran al rededor de las 8 de la mañana de un 4 de diciembre, el aire que estaba haciendo estaba frío, las calles de Seúl estaban demasiado frías, los locales comenzaban a abrir para sus clientes generando dinero aunque estuvieran demasiados hartos de su trabajo.

Se paro rápidamente al escuchar el sonido de como abrían una puerta de la tienda de conveniencia que estaba a unos pocos metros de donde vivían, al estar parado se giro para ver a los dos pequeños que todavía seguían dormidos, silenciosamente salió del lugar tratando de no hacer ruido al quitar la reja que impedía que salieran Beomgyu y Kai, se puso la capucha en su cabeza de la sudadera azul marino que estaba desgastada pero aun así lo cubría un poco del frío, cruzo la pequeña calle que lo separaba de la tienda, para despues abrir la puerta sintiendo el calor gracias a la calefacción qué tenían, iba a dirigirse hacia el cajero donde estaba su hyung, pero cuando iba a avanzar una voz lo interrumpió

—¿En que puedo ayudarle?— Yeonjun volteo rápido al desconocer la voz, frunció el ceño al no ver a su hyung de siempre quien atendía la tienda, al voltear encontró un hombre de baja estatura que la de el, se veía delgado y pequeño pero con una buena figura y salud.

—Venia a buscar al cajero, a Namjoon hyung, ¿Podría llamarle?— respondió algo confundido pero con su voz amable.

—Oh no, Namjoon renunció a este trabajo ayer por la noche, así que yo estoy cubriendo su lugar— le dio a informar poniéndose la camisa que era el uniforme de la tienda, en la parte izquierda con un broche estaba su nombre.

—¿Que? El no me mencionó nada ayer, joder ¿Ahora que haré?— murmuro al último, pues Namjoon fue muy amable con el dejando a el y a los dos pequeños dejar entrar para hacer sus necesidades o regalarles un poco de la comida que tenían, Yeonjun sabía que tenía que trabajar el doble, pues el nuevo empleado le debía de cobrar para poder usar el baño, afortunadamente tenía pocas monedas, aunque no sabía si le iba a alcanzar para los tres, saco sus monedas contandolas, observando que solo podía ser para que solamente uno entrará.

—Creo que fue inesperado, dejo sus cosas aquí, le dije que viniera a recoger sus cosas pero no me respondió en ello— se dirigió hacia el cajero donde debía de estar casi todo el día ahí.

—Es extraño, no se porque no me dijo— mencionó para el mismo.

—¿Nada mas venías para eso?

—Oh, no, venía para otra cosa pero veo que no me alcanza, volveré después— metió sus monedas a su pantalón dándose la vuelta para marcharse hasta que de nuevo hablo el empleado deteniendolo.

—¿Que es lo que querías? Puedes pagarme después, no tengo problema en ello— por un momento se había olvidado de lo que Namjoon le había dicho.

—Oh no, tardaré en pagarte, no tengo mucho dinero, hoy ire a trabajar y realmente llego noche, y no me alcanza para comer, lo agradezco pero no, si ves a Namjoon, por favor dile que venga a verme y que necesito hablar con el— dio una reverencia para despues caminar rapido abriendo la puerta hasta que de nuevo, el chico castaño lo detuvo, pero esta vez haciendo un comentario que hizo que su corazón latiera rápido.

—Se que es lo que sucede, déjame ayudarte por favor, Namjoon me comentó sobre ello, ustedes necesitan ayuda, dejame ayudarles, por favor— le rogó, el realmente quería ayudarlos, era algo que necesitaba hacer y verdaderamente no sabia el porque.

—No se de que manera podrías ayudarnos, pero en serio lo agradezco, justo ahora estoy solo y no se que hacer— susurro algo cansado y desesperado— Supongo que ya sabes mi nombre.

El castaño asintió pero después negó

Hyung, ¿Me Ayuda A Cruzar La Calle? | sookaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora