Capítulo Dos

210 51 16
                                    

La mujer con el aura oscura era la consorte de la reina los vampiros o la segunda reina: Lena Luthor.

La mujer rubia era la reina: Kara.

La mujer de pómulos hermosos era su mona-sirviente-amiga-vigilante: Imra.

Alexandra era "una amiga" llamada "Lexa".

La mujer delgada y castaña era un vampiro ordinario, su doncella, como una mujer lobo beta regresando a casa: Nia.

Todos vivían juntos con un mono llamado Winn, quien actualmente estaba "en transformación". Esto tenía sentido para Clarke; Bellamy y Echo, sus alfas, se rodeaban de las betas. Vivían juntos como una familia. Una de la que no formaba parte. Desechó ese pensamiento y lo dejó ir, tal como había practicado para liberarse de ese pensamiento en particular. En su lugar, consideró la cosa más fascinante todo lo relacionado con esas excéntricas. Las reinas y Lexa no tenían ningún olor.

Había oído de vampiros por supuesto, pero nunca había visto uno. Ni decir de saber de alguien que se lo hubiera encontrado o al menos que lo admitiera. De acuerdo con Raven, los vampiros eran territoriales al grado de que estaban convencidos que los hombres lobo no existían. Lo que era perfecto para los hombres lobo.

-Bueno, aquí estoy -dijo Clarke sintiéndose malhumorada - Ponme a trabajar.

-Si nos das un momento, Clarke - dijo Lena amablemente, de la manera más en que los jefes hacían como si preguntaran-. Tenemos que "tomarlo" como es. ¿Has dicho que eres una mujer-lobo?

-Si.

-Mmm, ¿y has dejado tu manada para servir a otra reina? ¿La reina de los vampiros?

-No sabía que era la reina de los vampiros -explicó Clarke. Esa parte no estaba en la foto.

-Pero, ¿nos crees? ¿qué somos vampiros? -preguntó la reina. Clarke se encogió de hombros.

-Seguro.

Lena continuó - ¿Y tú aceptas esto, eh, fotos del futuro? ¿Tienes una cámara de esa clase?

-Sí, mi cerebro -chasqueó ella - ¿Quién exige demasiado para tener que pasar por esto de nuevo?

-No hables de esa manera a mi señora -le previno Nia, la castaña delgada.

-¿Por qué no? Ella es tu señora, no la mía

-¿Es así como sirves a la reina? -preguntó Lena suavemente. Clarke, quien difícilmente hubiera notado esas cosas notó su traje inmaculado y obviamente hecho para ella.

-Estoy aquí para ayudar a la reina, no para besar tu trasero. Creo que "servir" puede ser una exageración, no soy una mesera de algún restaurante. - La reina estalló en una impotente risa que hizo que Clarke sonriera, seguramente cada una en el cuarto mirara amargada.

-Es magnífico -dijo la reina entre risas- pero ya tengo más ayuda de la que en realidad necesito. Quiero decir... bueno, mira -hizo un ademán hacía la cocina-. He estado tratando de deshacerme de estas inútiles por casi un año.

-Algunas de nosotras -Imra se señaló- toda su vida.

-Bueno, muy mal. Tengo que ayudarle a...algo para obtener algo que quiero, por eso estoy aquí. - Nia se inclinó y murmuró algo al oído de su señora. Idiotas. Cuando dijo que era una mujer lobo, ¿dijo también que era dura de oído? - No se quién es el Dr. Schott, pero no lo llamen, hay demasiada gente para liar con él. - Nia la miró asustada e Imra que nada más había visto a Nia mover los labios, brincó y luego dijo:

-Bueno, mmm, pienso, pensamos, que puedes estar mmm... loca

-No, no, no -dijo Lena suavemente. - Esa es una dura palabra, creo.

-Confusa -sugirió Nia.

-Oh, vamos -dijo la reina-, denle un respiro. Ha venido desde Maryland...

-Massachussetts.

-...correcto ¡Y sabe el nombre real de Lexa! Que casualmente queda perfecto con ella ¿Entienden, holaaa? Soy la única que piensa que es buen truco. Entonces, ¿por qué no pueden darle un tiempo en esto?

-Porque los hombre-lobo no existen -explicó Lena. Un corto silencio siguió a esto y luego Imra dijo cautelosamente:

-Pero eres un vampiro.

-La existencia de uno no asegura la existencia de otro - Lena casi chasqueó-. Y puedo asegurarte que en toda mi larga vida nunca he visto uno. - Clarke se rió por lo bajo.

-Entonces, ¿es por eso que no existimos? ¿Por qué nunca has visto uno? Muy mal, pensé que eras más inteligente. - Lena parpadeó y no dijo nada.

-Bueno -dijo la reina y a Clarke casi, casi le gustó. La mujer obviamente la apoyaba. No debía estar acostumbrada a los extranjeros que aparecían de ninguna parte y haciendo declaraciones-. ¿Cuándo es luna llena? Puede, ustedes saben, ponerse peluda y nos haga creyentes.

-Es en seis días -dijo Clarke con sentimiento de pesar-, pero el problema es que no puedo convertirme. En lobo, quiero decir.

-¿Oh? -preguntó Lena con una sonrisa verdaderamente diabólica.

-Sí, sí, se cómo suena. Mi padre era un... no importa, la manada piensa que en lugar de transformarme, tengo visiones. Todas las desventajas de ser un hombre lobo pero sin sus ventajas -- bromeó ella-. Bien puedo ser una m... ser una persona normal.

-Oh, momento, momento, no estás haciéndome nada fácil defenderte -comentó la reina.

-Lo siento -dijo Clarke y casi lo dijo en serio.

-Ella no -dijo Lexa desde su esquina y todas brincaron.

-¡Cielos, Lexa! Había olvidado que estabas ahí, estabas tan callada.

-¿Por qué la llamas Lexa?

-Bueno, ella no hablaba y nosotras no sabíamos su nombre

-¿Su verdadero nombre es Alexandra Woods? -preguntó Imra, inclinándose hacía delante-. ¿Cómo supiste eso?

Clarke se encogió de hombros. No iba a caer en "algunas veces además de las fotos, un hecho completo aparecerá en mi cabeza, indistinguible de algo que leo" la cosa entera. Como era, ellas probablemente estaban listas para lanzarle su elegante tono tonto. Estaba casi segura. ¡Era tan difícil leerlos! Excepto por Imra quien olía optimista e interesada, un olor totalmente agradable. Pero los otros... nada. Era exasperante y calmante.

-Alexandra -dijo Lexa inclinando la cabeza. Nia y Lena se miraron una a otra y luego regresaron a Clarke.

-Nosotras realmente no tenemos la costumbre de permitir que extraños, ehh, se inmiscuyan en nuestras vidas... - La reina cubrió su rostro con sus manos. Se había pintado sus uñas color lavanda, una costumbre de mono que ella consideraba completamente ridícula.

-Oh, Dios mío, no puedo creer que tengas el valor para decir eso.

-Eso era completamente diferente, mi amor. Como estaba diciendo, esto no es nuestra hábito normal, pero parece que posees información que podemos encontrar útil.

-Aw -dijo Clarke-. Deténgase, o voy a llorar.

Todos miraron a Imra, por alguna razón, quien dijo:

-Hey, hay mucho espacio para ella y unos más. Es bienvenida.

-Imra posee la casa -explicó la reina.

-Oh - Clarke contestó perpleja.

-Lo siento, tú probablemente dijiste anteriormente tu nombre, pero lo no recuerdo.

-Clarke Griffin

-¿Puedo llamarte Clarky?

-No - Dijo Clarke - No Puedes

Un Demonio NecesitadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora