Pasaron la noche juntas, intentando hacerse daño la una a la otra de varias formas, para extrema satisfacción de ambas. Clarke, que había sido advertida una y otra vez... (nunca con monos; son frágiles)... encontraba a los vampiros frágiles, pero sanaban tan rápidamente que apenas importaba. Y justo cuando se estaba preguntando qué hacer con las cortinas transparentes de las ventanas que daban al este, Lexa bostezó, mostró largos y gatunos colmillos y se acurrucó bajo la cama.
-Supongo que eso es todo -dijo-. ¡Hey... realmente hay un monstruo bajo la cama!
No hubo respuesta, así que se levantó, duchó, y vistió con su última muda (tenía que ir de compras hoy... ugh... o pedir prestado algo), y bajó las escaleras. Lena estaba todavía levantada, leyendo el Wall Street Journal entre todas las tremendamente estúpidas cosas. Ella habría leído una botella de champú antes que echar una mirada siquiera a ese periódico.
-Buenos días, Clarke.
-Hey -Se preparó un vaso de leche con chocolate, revolviendo los otros periódicos que había sobre el mostrador, y finalmente tomo el Minneapolis Star Tribune. Lena dijo sin mirarla,
-Ese es un bocado asqueroso.
-metete en tus asuntos, reina que no es reina
-Solo era una observación -dijo suavemente-. Pero deberías saber que, Nia no está, uh, a favor de las, ah, relaciones largas.
-¿Qué?
-Tú eres una mujer abrumadora, pero el mero hecho de que tu presencia aquí sea temporal sería, ah, atractivo para ella. Espero que mi candor no te haya ofendido. - Sorbió su leche desapasionadamente y pensó en lo divertido que podría ser dejarle conservar su absurda idea. Entonces lo comparó con la diversión de decirle la verdad.
-No pasé la noche con Nia, estúpida alcahuete. La pasé con Lexa. Por muy fascinante que sea que Nia no sea capaz de comprometerse, "Señorita Entrometida"
-Oh - El periódico crujió. ¡Tanto! No lo había visto venir en absoluto. ¡Jah! - Bueno. Eso está. Bien.
-No es que sea asunto tuyo.
-Cierto.
-Porque no lo es.
-Si.
-La única razón de que te lo cuente es que has sido lo bastante amable como darme consejo. Consejo completamente no solicitado, pero no importa. - Parecía asombrada.
-¿Has dicho "completamente"?
-No.
Se sentaron en silencio un rato, Clarke preguntándose por lo de compartir la sangre y la naturaleza de los Demonios. Si la sangre de Kara la había ayudado, y la de Waverly... quien quiera que fuera... le había ayudado, ¿qué podía hacer la sangre de hombre-lobo? ¿Cualquier cosa? ¿Nada? Saltó cuando Lena rompió el silencio.
-Respondiendo a tu pregunta...
-No he dicho nada -dijo sobresaltada.
-... no tengo ni idea de lo que tu sangre haría a Lexa. O no haría.
-Eso es realmente molesto -exclamó-. No estaba hablando contigo. Solo estaba aquí sentada pensando en mis propios asuntos. Tu problema es que todo el mundo está tan ocupado besándote el culo que no te dicen que cortes con esa mierda.
-Al contrario -dijo nada afectada... ¡demonios! Estaba deseando una pelea-. Mi encantadora futura esposa me dice que corte con esa mierda más bien constantemente. Mi pregunta para ti, Clarke, es por qué te estás preguntando siquiera eso.
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Un Demonio Necesitado
FanfictionRevela la verdadera identidad Lexa la Demonio cuando Clarke, la vidente de los Hombres lobos Skaikru, llama a la puerta de Kara Danvers después de recibir una visión en la que se supone que ella debe viajar a Minneapolis para servir a la reina Libro...