Érase una vez él rey Laufey y la reina Farbauti, tuvieron un hijo llamado Loki. La gente de Jotunheim amaba mucho a su príncipe. El día en que Loki logró oficialmente la edad adulta, todo el reino se regocijó en una gran celebración y construyó un t...
Loki trató de entender lo que acaba de pasar. Miró fijamente la sangre en el suelo mientras Lone entraba corriendo a la habitación con Eric a su lado.
—¿Qué ha pasado aquí? —preguntó ella, con los ojos muy abiertos.
—¿Dónde está su alteza? —Eric agregó mientras Loki tomaba la taza ahora vacía del suelo.
Lo olió con cuidado para descubrir qué hizo que Thor saltara. No estaba muy seguro, pero pensó que percibió un ligero aroma a rosas Jotun. No, eso no puede ser verdad, sus molestos hermanos no le darían algo con rosas Jotun. Seguramente no son tan estúpidos. Rápidamente corrió hacia la caja nuevamente, sacando el pequeño vial y oliéndolo a fondo. Olía a lavanda, menta y manzanilla y el más pequeño toque de rosas Jotun. Debe haber reaccionado con el vino en esas dos horas cuando acababa de estar allí, por eso Thor pudo olerlo en la copa . Oh no, oh no
Su cabeza giró y estuvo a punto de caerse, pero Eric corrió y lo apoyó.
—Oh no —Loki seguía murmurando—. ¿Qué he hecho? —él gimió. Estaba demasiado conmocionado para llorar, pero sintió que su corazón se apretaba con dolor.
No hubo un estudio real de lo que las rosas Jotun podrían hacerle a Aesir si se consumían, pero Loki tuvo una idea bastante colorida.
—Príncipe, ¿qué pasó? —preguntó la criada pelirroja de nuevo.
—Creo que envenené a Thor —gimió, sintiendo las lágrimas finalmente acumulándose en sus ojos cuando lo dijo en voz alta.
—¡¿Qué?! —gritó ella, apretando sus hombros.
—Mi hermano me trajo una tintura que mi padre usa para ayudarlo a dormir y se la di a Thor para que se relajara, pero creo que hay rosas de Jotun y probablemente lo envenenó y no sé qué hacer ni dónde fue —las rodillas de Loki se rindieron nuevamente y Eric lo llevó al suelo un poco, mientras se apretaba contra Lone.
—Él debe haber volado al Palacio de Oro —dijo—. ¿Dónde más?
—Cierto. Tienes razón. Debe haber ido allí. Necesito ir tras él. Necesito decirles, traerles la tintura, tal vez puedan curarlo. Tal vez mi magia podría —Loki intentó ponerse de pie rápidamente.
—No creo que sea una buena idea, Odín te matará incluso antes de que abras la boca —dijo Lone y sabía que tenía razón, pero eso no impidió que se pusiera de pie y se deslizara sobre el primer quitón que él pudo encontrar. Rápidamente se lo sujetó al hombro y se ató un cinturón alrededor de la cintura. Tomó una pequeña bolsa de cuero y empujó la botella y algunas otras hierbas que podrían ayudar.
—Eric, tráeme un caballo —gritó mientras buscaba un libro sobre magia curativa. El niño no intentó resistirse a su orden y se fue a buscar el caballo, antes de que el Príncipe haga algo aún más estúpido. Conocía la ira de Odín más que nadie y estaba bastante seguro de que Loki no tenía ninguna posibilidad de salir del Palacio con vida, pero también sabía que no tenía sentido tratar de detenerlo.
Loki se subió al caballo y abrió un mapa del reino, esperando llegar a tiempo. Su mente estaba acelerada y su corazón amenazaba con saltar de su cuerpo y todo lo que podía pensar era en su esposo cubierto de sangre por su culpa. Era estúpido, no debería haber confiado en sus hermanos.
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